BBVA y Banco Sabadell avisan: mucho ojo a la letra pequeña, te puede condenar

Abrir cuentas conjuntas con los hijos se ha vuelto una práctica cada vez más habitual entre muchos padres. Esta decisión responde a la intención de garantizar un apoyo financiero para sus hijos en el futuro. Y al mismo tiempo, acompañarlos en la gestión de sus finanzas.

Sin embargo, BBVA y Banco Sabadell han querido alertar sobre los riesgos y complicaciones que puede traer esta práctica. Especialmente en lo que respecta a las obligaciones fiscales.

Ambos bancos recomiendan tener especial cuidado con la letra pequeña cuando se decide abrir una cuenta conjunta. La idea de contar con una cuenta que permita una gestión compartida entre padres e hijos puede parecer ventajosa. Pero es importante considerar las implicaciones fiscales que podrían surgir.

BBVA y Banco Sabadell quieren evitarte un disgusto

Cuando los padres abren una cuenta conjunta con sus hijos, asumen que todo está claro. El dinero depositado en la cuenta será un respaldo para el futuro de los hijos, y los progenitores podrán ayudarles rápidamente en caso de emergencia. Sin embargo, esta relación no siempre es tan sencilla desde el punto de vista de la Agencia Tributaria.

Hacienda puede interpretar de manera diferente los rendimientos generados por la cuenta, como los intereses. BBVA y Banco Sabadell advierten que, si una cuenta está a nombre de padre e hijo, los rendimientos generados, como los intereses, deben considerarse rendimientos de capital mobiliario. Esto implica que esos ingresos deben ser incluidos en la declaración de la renta, recoge Cope.

La clave aquí es que, si los padres son los verdaderos propietarios del dinero en la cuenta, deben demostrarlo. En caso de no aclararse quién es el dueño del capital en la cuenta, Hacienda podría interpretar que los rendimientos generados deben ser declarados por los hijos. Lo cual podría ser un inconveniente si no se tiene claro de quién es el dinero depositado.

Los padres deben demostrar su aportación del dinero

Este punto es fundamental para evitar que los hijos tengan que tributar por esos rendimientos. Según BBVA y Banco Sabadell, es imprescindible que, en caso de ser los padres los que realmente han aportado el dinero, se haga constar de forma clara. Sobre todo para que sean ellos quienes incluyan los rendimientos en su propia declaración de la renta.

Además, los bancos también advierten de otro asunto. Si no se aclara la propiedad del dinero en la cuenta, Hacienda podría pedir a los hijos que tributen por el capital. Esto podría generar una carga fiscal inesperada para los más jóvenes, que no están acostumbrados a tener que lidiar con este tipo de obligaciones.