El Banco Santander tiene planes para crear residencias de estudiantes y apartamentos coliving. Lo anunciaba Gabriel Santamaría, de El Periódico de España.
Concretamente, Banco Santander, a través de su rama de gestión de activos alternativos, Santander Alternative Investments, tiene planes de lanzar un fondo de capital riesgo de 70 millones de euros destinado al sector inmobiliario. El objetivo es invertir hasta 90 millones de euros.
Tiene como objetivo principal aprovechar las tendencias emergentes en el mercado, tales como residencias estudiantiles y alojamientos coliving para profesionales, lo que se denomina 'flex living'.
En la actualidad, existen alrededor de 11,650 habitaciones operativas, principalmente concentradas en Madrid, Barcelona y Valencia. Se estima que la nueva oferta triplicará este número, aunque se espera que las nuevas unidades se centren mayormente en la capital española.
Construir un edificio de estas características desde cero implica un coste que oscila entre los 80,000 y 90,000 euros por estancia.
Nueva apuesta del Banco Santander: Qué es el 'flex living'
El "flex living" es un concepto que define un tipo de alojamiento que brinda flexibilidad en la duración de la estancia y en la disposición del espacio habitable. Esta modalidad permite a los inquilinos alquilar unidades residenciales por períodos cortos o largos, adaptando el espacio según sus necesidades particulares.
Dentro del flex living se incluyen diversas formas de vivienda, desde apartamentos individuales hasta complejos residenciales más amplios. Ejemplos comunes de flex living son los alojamientos coliving, que ofrecen tanto espacios compartidos como privados en un mismo edificio, y las residencias estudiantiles, que proporcionan vivienda temporal a estudiantes universitarios.
El tiempo para hacer realidad la propuesta
Se espera que tenga una duración inicial de siete años, con la posibilidad de extenderse hasta dos años más. En términos de gestión. El flex living, que abarca diversas tipologías de inmuebles distintas a los alquileres tradicionales, está experimentando un notable crecimiento en España, en gran parte debido al desequilibrio entre la oferta y la demanda en el mercado residencial.
Estos alojamientos, no regulados por la Ley de Arrendamientos Urbanos, suelen construirse en suelos terciarios destinados a oficinas, dotaciones o complejos hoteleros, ofreciendo estancias de corta y media duración.
Según datos proporcionados por la consultora JLL, en los últimos años se han transaccionado activos de flex living por un valor de 500 millones de euros. Se estima que en los próximos años se invertirán hasta 2,500 millones de euros en nuevos inmuebles de este tipo. España se posiciona como el tercer país de la Unión Europea en desarrollo de camas de flex living, con aproximadamente 22,300 unidades.
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