
Aviso importante de CaixaBank a todos sus clientes: el gesto que no debes hacer nunca
CaixaBank advierte a sus clientes sobre los fraudes más comunes y cómo proteger tu dinero
En la era digital, las compras y ventas online se han convertido en una de las actividades comunes en la vida de millones de personas. Plataformas como Wallapop, eBay o Milanuncios facilitan el comercio de productos de segunda mano. Pero, como todo en internet, esta comodidad también viene acompañada de riesgos.
CaixaBank, como entidad bancaria líder en España, quiere alertar a sus clientes sobre las estafas más frecuentes que se producen en estos espacios. Y cómo evitar caer en las trampas de los ciberdelincuentes.

CaixaBank alerta sobre las tácticas más peligrosas de los estafadores online
Los fraudes online han aumentado considerablemente en los últimos años, especialmente en plataformas de compraventa. Los estafadores se hacen pasar por vendedores legítimos, publicando anuncios de productos muy atractivos.
A menudo, contactan a los compradores mediante correos electrónicos, mensajes o enlaces a sitios web falsos. El objetivo es claro: obtener información personal o financiera para robar dinero de las cuentas bancarias de las víctimas.
CaixaBank, consciente de los peligros que acechan a sus clientes en el entorno digital, recomienda no compartir datos personales ni financieros a través de mensajes no solicitados. Además, es fundamental verificar la autenticidad de los sitios web antes de realizar cualquier transacción y optar por métodos de pago seguros, como las plataformas de pago que protegen las compras hasta que el producto llegue al comprador.

Inversiones fantasma, el peligro oculto en internet
Otro de los fraudes que más afecta a los usuarios son las inversiones fantasma. CaixaBank advierte sobre las estafas relacionadas con inversiones en línea, donde los delincuentes se hacen pasar por brókers o gestores de inversión, ofreciendo oportunidades con altas rentabilidades en poco tiempo. Estos estafadores contactan a las víctimas por teléfono, redes sociales o incluso anuncios en internet, insistiendo en la necesidad de realizar más pagos para acceder a “grandes ganancias”.
El modus operandi de estos fraudes es muy sencillo. Tras realizar una primera inversión, los estafadores piden más dinero bajo el pretexto de impuestos o comisiones. Cuando la víctima intenta recuperar su inversión, ya es demasiado tarde: el contacto con los delincuentes se pierde y el dinero desaparece.
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