
Aplauso mayúsculo a Banco Santander: deja claro que no se quedará de brazos cruzados
Se implica al máximo en el cuidado del medio ambiente con iniciativas muy interesantes que benefician a los empleados
En un mundo cada vez más consciente de los retos que plantea el cambio climático, las empresas tienen un papel crucial en la lucha contra la crisis medioambiental. En este contexto, Banco Santander ha dado un paso firme y decidido que merece ser aplaudido. La entidad financiera ha anunciado un plan claro y ambicioso para reducir su impacto ambiental, adoptando medidas concretas para mitigar los efectos del cambio climático.
Lo hace con una estrategia que incluye el impulso a las energías renovables, la gestión responsable de residuos y el fomento de la movilidad sostenible. La entidad deja claro así que no se quedará de brazos cruzados frente al calentamiento global.
El compromiso con el medio ambiente de Banco Santander
Banco Santander ha reconocido la urgencia de la situación climática y ha decidido tomar cartas en el asunto. Ha confirmado que su estrategia para reducir el impacto del cambio climático será mucho más activa, y sus esfuerzos irán más allá de las medidas tradicionales. Con el objetivo de alcanzar las cero emisiones netas de carbono para el año 2050, la entidad ha puesto en marcha diversas iniciativas.

Pero no solo se trata de una estrategia global para reducir las emisiones. Banco Santander también está comprometido con la sensibilización de sus empleados y con el apoyo a sus clientes. El objetivo es que también se sumen a la transición hacia una economía más sostenible.
Este enfoque integral abarca desde la reducción de su propia huella de carbono hasta la colaboración con proyectos que promuevan la sostenibilidad a nivel global. Una de las apuestas más destacadas en su lucha contra el cambio climático es su plan de movilidad sostenible. Este programa ha sido implementado tanto en su centro corporativo como en otros edificios de la entidad en Madrid.
Tiene como objetivo reducir la huella de carbono de los desplazamientos diarios de sus empleados. Entre las medidas adoptadas, destacan los servicios de lanzaderas que conectan puntos clave de la ciudad como Moncloa, Avenida de América, Aluche y Atocha con los centros de trabajo del banco. Estas rutas están diseñadas para ofrecer una alternativa eficiente y sostenible al uso de vehículos privados.
Además, en la Ciudad Financiera de Boadilla del Monte, se han habilitado rutas internas para minimizar el uso de coches dentro del complejo. Esto no solo contribuye a la sostenibilidad, sino que también facilita la movilidad de los empleados de manera más eficiente.

Pero el compromiso con la movilidad eléctrica también es crucial en el plan de Banco Santander. Desde 2020, el banco ha implementado un proyecto pionero. Apostó por la instalación de más de 1.700 puntos de recarga para vehículos eléctricos e híbridos enchufables en sus instalaciones.
Compartir viaje, otra opción
Otra de las iniciativas destacadas es el movimiento #YoSíComparto, diseñado para promover el carpooling o la compartición de viajes entre empleados. A través de una app y un entorno digital propio, los trabajadores pueden organizar trayectos conjuntos y optimizar el uso de los vehículos. La plataforma permite a los empleados ver un mapa interactivo con las ubicaciones de recogida cercanas.
El impacto de esta medida ha sido notable. Desde su lanzamiento en abril de 2024 hasta noviembre del mismo año, 40.956 viajes compartidos fueron realizados. Lo que resultó en un ahorro de 941.988 kilómetros recorridos.
Esto ha supuesto la reducción de 56.106 litros de carburante y la evitación de la emisión de 140.165 kilogramos de CO₂ a la atmósfera. Además, casi 2.000 empleados se han unido activamente a esta iniciativa. Esto ha permitido liberar más de 20.000 plazas de aparcamiento en los centros de trabajo del banco.
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