
La antigua moneda de pesetas que te invita a descubrir Washington: vale un pastizal
Este ejemplar de 25 pesetas es hoy en día uno de los más deseados entre expertos y aficionados por su valor
Si buscas coleccionar monedas con el objetivo de realizar una buena inversión, debes estar siempre pendiente a aquellas piezas de valor. En la actualidad, son varios los ejemplares que han multiplicado su precio debido a distintos factores.
En esta ocasión, toca hablar de una moneda de 25 pesetas de lo más especial. A pesar de su antigüedad, ya que data de los años 90, sigue estando muy vigente en el mercado. Y es que su valor puede superar los 1.000 euros en páginas especializadas.
Esta es la moneda de 25 pesetas que te lleva a Washington
En 1994, la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre de España acuñó una moneda de 25 pesetas dedicada a las Islas Canarias. Esta pieza forma parte del programa temático que comenzó en los años 90 para representar a las comunidades autónomas del país.

El anverso muestra el emblemático Drago canario, un símbolo de su naturaleza y cultura y se lee “ESPAÑA 1994” junto al nombre de la comunidad. Además, en el interior aparece una escultura de César Manrique en el Lago Martiánez, Tenerife. Se trata del Homenaje al Mar, una obra de lava y madera con gran solera local.
Por otro lado, en el reverso se mantiene el valor “25 PTAS”, la ceca “M” de Madrid y el retrato clásico de Juan Carlos I. Todos estos detalles quedan dentro del diseño tradicional de monedas de peseta de esa época.
El valor de esta moneda hoy en día
Esta moneda bimetálica está fabricada en una aleación de níquel-bronce, con un diámetro de 19,5 mm y un peso aproximado de 4,2 g. Además, el canto es liso y fue acuñada en Madrid, con una tirada masiva de casi 243 millones de ejemplares.

En circulación fue una moneda común, con un valor original de 25 pesetas. Sin embargo, en páginas especializadas se puede llegar a encontrar ahora por nada menos que 1.500 euros. Sin duda, una astronómica cifra que te puede regalar un viaje a Washington o a cualquier otro punto de Estados Unidos.
Aunque su precio no se eleve a cifras desorbitadas como otras piezas, su valor artístico y patrimonial la posicionan como un tesoro del coleccionismo español. Por ello, si la tienes, puedes quedártela en la vitrina u optar por sacarle el máximo rendimiento.
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