Sergio, el bombero que ha fallecido demasiado joven en acto de servicio
El bombero de 48 años murió a consecuencia del derrumbe de una vivienda que se encontraba inspeccionando
El pasado domingo fue un día muy dramático para todos. Sergio Sanlés Domínguez fue el protagonista del día. Desgraciadamente, la razón se dio por su prematura muerte que ocurrió el sábado.
El bombero de 48 años murió a consecuencia del derrumbe de una vivienda que se encontraba inspeccionando en la avenida de Beiramar de Vigo. Sus compañeros protagonizaron un evento muy emotivo recogido por las sirenas de los camiones y melodiosos sonidos de las gaitas.
Por la tarde, llevaron su féretro a hombros llenos de dolor en homenaje al fallecido bombero. Fue ahí cuando se dieron los aplausos que rompieron el desgarrador silencio. Bomberos de Vigo, amigos y familiares de distintos puntos de Galicia, policías nacionales, sanitarios y miembros de Protección Civil acudieron al acto en honor a Sergio.
Se podía ver que Sergio era una persona muy querida por todos gracias a las palabras de su círculo más cercano. “Se nos va una gran persona” o “una muy buena persona” eran algunas de las afirmaciones de los presentes que tenían para él.
Todos además querían acompañar en el dolor a su mujer y a sus dos hijos: un niño y una niña de corta edad. El dolor por la muerte de Sergio se extendió por toda España, y parques de bomberos de diversas regiones de Galicia. También en otros lugares como León, Asturias y Gran Canaria, guardaron un minuto de silencio en su honor.
El acto más emotivo fue, sin duda, el que tuvo lugar por la tarde en Pereiró. En el tanatorio de Emorvisa, se celebró una misa y se llevó a cabo la incineración. Antes de darle el último adiós, sus compañeros llevaron su féretro a hombros en una despedida llena de dolor y lágrimas.
Sergio falleció mientras atendía lo que parecía ser un servicio rutinario, tras recibirse una alerta de desprendimiento y derrumbe del techo en el inmueble del 127 de Beiramar. Aunque tenía el rango de bombero, ese sábado ejercía como sargento.
Al llegar al lugar, evaluaron el estado del edificio. Más tarde, ante el riesgo de desplome de la cornisa que aún se mantenía en pie, acordonaron la zona.
Sin embargo, en ese momento, parte de la cornisa se desprendió, causando el accidente laboral mortal. Como es preceptivo, el incidente será investigado por la Inspección de Trabajo y la Policía Nacional, y también se ha informado al juzgado de guardia.
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