
Los nuevos detalles sobre el asesinato de la educadora social a manos de dos menores
Fue otro menor tutelado del piso quien vio la escena y llamó a la Policía alertando de lo sucedido
La comunidad de Badajoz se encuentra en shock tras el asesinato de María Belén Cortés Flores, una educadora social de 35 años. El terrible hecho ocurrió en la noche del domingo dentro del centro tutelado donde trabajaba.
Según la Policía Nacional, tres menores internos, dos varones de 14 y 15 años y una joven de 17, la habrían agredido y estrangulado hasta causarle la muerte. Los tres han sido detenidos y se encuentran bajo custodia.
Dos menores de 14 y 15 años que residían en el centro reaccionaron con frustración y, sin previo aviso, la atacaron. La agredieron brutalmente mientras ella, sin imaginar lo que estaba por ocurrir, no tuvo oportunidad de defenderse ante semejante estallido de violencia.
Un testigo relató que la víctima recibió múltiples golpes, incluyendo patadas y puñetazos por todo el cuerpo. Posteriormente, intentaron estrangularla con un cinturón. A pesar de su complexión y fortaleza, María Belén logró resistir el primer ataque.

Aunque los agresores la creyeron muerta, aún seguía con vida. Incapaz de moverse, reunió fuerzas para gritar y pedir ayuda.
Al escuchar sus gritos, los menores regresaron y, con una crueldad extrema, la atacaron de nuevo, repitiendo el intento de estrangulamiento. Según el testimonio del testigo, Belén demostró una increíble resistencia y volvió a sobrevivir al asalto, luchando hasta el final y clamando por auxilio. Sin embargo, los agresores, completamente indiferentes a su sufrimiento, no cesaron hasta asegurarse de acabar con su vida.
Así era María Belén, la trabajadora social asesinada por tres menores en Badajoz
María Belén era una profesional comprometida con su labor. En sus redes sociales compartía materiales educativos y, durante la pandemia, creó un canal de YouTube con contenido pedagógico. Su entrega y vocación eran evidentes para quienes la conocían.

Este trágico suceso ha puesto en evidencia la vulnerabilidad de los profesionales que trabajan en este tipo de centros. Compañeros de la víctima y representantes del sector han denunciado la falta de medidas de seguridad y han exigido soluciones urgentes. Desde el sindicato Unión Sindical Obrera han lamentado lo sucedido, afirmando que:
No se puede permitir que los trabajadores de centros de menores sigan enfrentándose a situaciones de peligro sin la protección adecuada.
El centro en el que ocurrió el crimen, ubicado en la Urbanización Guadiana de Badajoz, ya había sido escenario de incidentes previos. Según fuentes cercanas, en el pasado se habían registrado fugas y episodios de violencia. De hecho, uno de los internos protagonizó una desaparición que mantuvo en vilo a las autoridades durante una semana, hasta ser localizado por la Guardia Civil en Villafranca de los Barros.
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