Los escalofriantes detalles del asesinato del político ucraniano en Pozuelo

El asesinato de Andriy Portnov sigue siendo noticia. Recordemos que se trataba del abogado y político ucraniano asesinado a las puertas del Colegio Americano de Pozuelo de Alarcón el pasado miércoles. Ocurrió cuando la víctima dejaba a sus hijos en el centro escolar.

Se desempeñó como asesor del expresidente Viktor Yanukóvich. En 2004, recibió el título de Abogado de Honor de Ucrania. Portnov fue una figura polémica, incluida en una lista negra de la Unión Europea por presunta malversación de fondos públicos y violaciones a los derechos humanos en Ucrania.

El terrible crimen ocurrió en plena calle, por lo que varias personas vieron lo sucedido. De acuerdo con el testimonio recabado por la Policía Nacional, el agresor efectuó el disparo final en la cabeza de la víctima cuando esta ya se encontraba tendida en el suelo. "Volvió y lo remató en el suelo de un tiro de gracia", explicó un testimonio, según La Gaceta.

Apenas unos minutos después de dejar a sus hijos en el colegio, Portnov fue víctima de un ataque mortal. Aunque conducía un coche de lujo, el agresor lo sorprendió cuando apenas se había alejado de su Mercedes oscuro.

No llegó a tiempo de volver al vehículo. Su cuerpo quedó tendido sobre la calzada, cubierto por una manta durante horas, a la vista de quienes transitaban por las inmediaciones del centro escolar.

El sospechoso, que vestía completamente de negro y portaba una riñonera de color naranja, escapó a pie tras el ataque. Se trata de un hombre alto y delgado que, hasta el momento, continúa en paradero desconocido.

Las autoridades policiales, en un primer momento manejaron la posibilidad de un ajuste de cuentas. Sin embargo, ahora consideran también que podría tratarse de un asesinato premeditado motivado por su cercanía al régimen de Vladimir Putin. En respuesta, el Grupo V de Homicidios ha desplegado un operativo en la zona de la Casa de Campo con el objetivo de localizar al autor del crimen.

Mientras las clases transcurrían con aparente normalidad, el colegio decidió cancelar dos salidas escolares previstas para ese día. Horas antes, al producirse el tiroteo, el centro había activado su protocolo de emergencia y comunicado a los padres que ningún estudiante corría peligro.

Ya por la tarde, se envió un nuevo mensaje a las familias. Se apelaba al respeto hacia los allegados de la víctima y se ofrecían orientaciones para ayudar a los niños a comprender lo sucedido.