
Detenidas las mujeres de la guardería de Torrejón que maltrataban a bebés
Dos fueron detenidas por malos tratos y otras dos por omisión
En un caso que ha conmocionado a la comunidad de Torrejón de Ardoz, la Policía Nacional ha detenido a cuatro trabajadoras de la guardería infantil privada Cascanueces. Todas estas, acusadas de presuntos malos tratos a bebés.
Las detenciones se produjeron tras la difusión de un vídeo que muestra una brutal agresión a una niña de apenas un año y medio. El que fue grabado por una profesora en prácticas que destapó los hechos. Este suceso ha generado indignación entre los padres y ha puesto en el punto de mira las prácticas de cuidado en el centro.
El vídeo, que se hizo público el pasado jueves, muestra a una de las cuidadoras zarandeando, golpeando y forzando a comer a la menor mientras esta llora desconsoladamente. Según las investigaciones, la agresora actuó con violencia en el comedor del centro. Esta, presionando a la niña contra la pared y sujetándola con brusquedad.
La pasividad del resto del personal, incluida la directora, que aparece observando sin intervenir, ha levantado sospechas sobre posibles delitos de omisión del deber de socorro.

La Policía Nacional detuvo inicialmente a la presunta agresora por un delito contra la integridad moral. Durante la mañana del viernes, otras tres trabajadoras fueron arrestadas. Una por el mismo delito y dos por omisión del deber de socorro.
Actualmente, las cuatro se encuentran en la comisaría de Torrejón de Ardoz, prestando declaración ante la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM), que continúa investigando el caso. Los agentes están tomando declaración a los padres y esperan recibir más denuncias, ya que se sospecha que podría haber más menores afectados.
La guardería, que ya ha despedido a la cuidadora implicada, enfrenta un expediente abierto por la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid. Ente que busca esclarecer los hechos y determinar las medidas a tomar.
Los padres, consternados, han expresado su preocupación y desconfianza. Muchos aseguran que no llevarán de vuelta a sus hijos al centro, y algunos han señalado que sus pequeños llegaban a casa con moratones, aunque nunca sospecharon de maltratos.
Este caso ha reavivado el debate sobre la supervisión en los centros infantiles y la necesidad de garantizar la seguridad de los menores. La comunidad espera respuestas y justicia mientras la investigación avanza.
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