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Montaje con conjunto de cubiertos y círculo rojo con pasta de dientes
SOCIEDAD

Este truco casero dejará tu cubertería como nueva sin gastar un euro

Tu cubertería de plata puede brillar como el primer día con este truco casero que no requiere productos especializados

La cubertería de plata es un clásico que nunca pasa de moda. Sin embargo, con el tiempo, este metal noble puede perder su brillo y adquirir un tono oscuro.

Aunque la plata no se oxida como otros metales, sí reacciona con el sulfuro de hidrógeno presente en el aire. Esto forma una capa negra que afecta su apariencia, pero no su calidad.

Afortunadamente, devolverle su belleza original es más fácil de lo que parece. Y lo mejor, no necesitas recurrir a costosos productos especializados. Con ingredientes que probablemente ya tienes en casa, puedes lograr resultados sorprendentes.

Cubiertos dorados sobre un fondo desenfocado de un edificio moderno.

Cómo devolver el brillo con sal y papel de aluminio

Uno de los métodos más populares para restaurar la plata es utilizar sal y papel de aluminio. Este truco casero es sencillo y muy efectivo.

Llena un recipiente con agua caliente y disuelve una cucharada de sal. Coloca tiras de papel de aluminio en el fondo y sumerge los objetos de plata. Déjalos reposar durante unos minutos y enjuaga con agua limpia y seca con un paño suave.

El secreto está en la reacción electroquímica que ocurre entre el papel de aluminio y la plata. Este proceso atrae las partículas que causan el ennegrecimiento, dejando la superficie impecable y brillante.

Bicarbonato de sodio: ideal para objetos delicados

El bicarbonato de sodio es otro aliado en la limpieza de la plata. Este método es perfecto para piezas pequeñas o con detalles delicados.

En un recipiente, mezcla agua caliente con una cucharada de bicarbonato de sodio. Coloca tiras de papel de aluminio y sumerge los objetos de plata. Mueve el líquido suavemente con una cuchara de madera para distribuir el bicarbonato.

Después de unos minutos, enjuaga los objetos con agua tibia y sécalos con un paño de algodón. Este método no solo limpia, sino que también devuelve el brillo sin dañar la superficie.

Un hombre sorprendido señala hacia un frasco de bicarbonato de sodio, una botella de vidrio y un limón sobre una mesa de madera con un fondo de naturaleza verde.

Otros trucos sorprendentes para limpiar la plata

Además de los métodos anteriores, existen otros trucos caseros igualmente eficaces. Llena un recipiente con agua caliente y añade una pequeña cantidad de detergente.

Introduce la plata y deja que actúe durante unos minutos. Enjuaga bien para eliminar cualquier residuo y seca con cuidado. Este método es rápido y elimina la suciedad acumulada, dejando la plata como nueva.

Aplica una pequeña cantidad de pasta de dientes sobre la plata. Frota suavemente con un cepillo de cerdas suaves o con un paño. Enjuaga con agua y seca con un paño limpio.

Cómo limpiar plata con relieves o grabados

La cubertería con detalles requiere un enfoque más delicado. El uso de productos abrasivos puede dañar los sombreados y relieves naturales.

Para este tipo de piezas, lo ideal es emplear un jabón neutro y una bayeta de microfibra. Humedece la bayeta con agua tibia y unas gotas de jabón. Frota suavemente, asegurándote de no aplicar demasiada presión.

Para las áreas más difíciles, utiliza un bastoncillo de algodón. Este método permite una limpieza profunda sin comprometer los detalles originales.

Bote bicarbonato de sodio Hacendado sobre fondo desenfocado de Mercadona

Consejos finales para una limpieza segura

Al limpiar la plata, utiliza guantes desechables para proteger tanto tus manos como la superficie del metal. Asegúrate de trabajar en un área ventilada si empleas bicarbonato o detergentes.

Después de la limpieza, seca siempre los objetos con un paño de algodón. Esto evitará que queden marcas de agua y asegurará un acabado impecable.

Si buscas una limpieza más profunda, deja la plata sumergida en agua con sal y mezcla agua caliente con una cucharada de sal y coloca los objetos en el recipiente. A la mañana siguiente, enjuaga y seca cuidadosamente. Este truco restaurará el brillo incluso en las piezas más opacas.

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