He visto este truco por televisión y mi horno parece nuevo: estoy flipando
No necesitas desmontar nada. Este sencillo truco te ayudará a mantener la puerta del horno impecable y libre de grasa
Limpiar el horno siempre ha sido una tarea que genera pereza. Especialmente, cuando se trata de mantener impecable el doble cristal de la puerta. Este elemento, aunque puede parecer secundario, acumula grasa y restos de comida que no solo afectan la estética, sino también el rendimiento del electrodoméstico.
Además, la acumulación de suciedad puede generar malos olores y reducir la visibilidad al cocinar. En algunos casos, incluso puede provocar pequeños incendios si los restos no se limpian adecuadamente. Pero, ¿cómo limpiar el cristal sin desmontar nada? Aquí tienes el truco que usan los profesionales.
Un truco fácil para un problema complicado
El secreto está en encontrar una abertura que muchos hornos modernos incluyen en sus puertas. Aunque no es evidente a simple vista, suele haber una ranura pequeña en los laterales o en la parte superior.
Esta apertura está diseñada específicamente para facilitar la limpieza entre los cristales, sin necesidad de desmontar la puerta. El primer paso será localizarla con atención. Una vez identificada, puedes proceder con el siguiente truco de limpieza.
La magia del bicarbonato de sodio
El bicarbonato de sodio es el aliado perfecto para esta tarea. Este producto natural es económico, accesible y, lo más importante, seguro para tu horno. Mezcla tres cucharadas de bicarbonato con un poco de agua hasta obtener una pasta espesa.
Humedece ligeramente un paño limpio con esta mezcla y asegúrate de que no esté demasiado mojado. Luego, introduce el paño por la abertura de la puerta y comienza a limpiar entre los cristales. Si necesitas llegar a zonas más profundas, utiliza una espátula o un palo alargado para empujar el paño.
La combinación del bicarbonato con el agua ayuda a disolver la grasa incrustada y los restos quemados, dejando el cristal impecable.
El vinagre blanco: otro gran aliado
El vinagre blanco es otra opción natural para mantener tu horno limpio. Este producto desinfectante y desengrasante elimina la suciedad de manera sencilla. Toma nota.
Llena un recipiente resistente al calor con partes iguales de vinagre y agua. Y colócalo dentro del horno y caliéntalo a temperatura baja durante unos quince minutos.
El vapor liberado por la mezcla afloja la grasa adherida, facilitando su limpieza. Una vez que el horno se enfríe, pasa un paño o una esponja para retirar los restos. Si combinas vinagre con bicarbonato, lograrás un efecto aún más potente.
Consejos para mantener tu horno impecable
La clave para evitar que la suciedad se acumule en los cristales es el mantenimiento regular. Limpia esta área cada dos o tres meses para evitar que la grasa y los restos de comida se conviertan en un problema mayor.
Si usas tu horno con frecuencia, limpia los restos después de cada uso o aplica una capa ligera de protector especial para hornos. Estas pequeñas acciones evitarán que se acumule suciedad, haciendo que las futuras limpiezas sean más rápidas y fáciles.
Olvídate de los productos abrasivos
Aunque puede ser tentador recurrir a productos químicos fuertes o abrasivos para limpiar rápidamente el horno, estos pueden rayar las superficies. Optar por soluciones naturales como el bicarbonato y el vinagre no solo es más seguro, sino también igual de efectivo.
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