En el corazón de España: el pueblo abandonado más bonito con un castillo medieval
Un pueblo abandonado que recibe cientos de visitas cada año
En el corazón de Cáceres, España, se encuentra Granadilla, un pueblo que, a pesar de estar abandonado, es considerado uno de los más bonitos del país. La historia de Granadilla es fascinante y trágica a la vez, marcada por un desalojo forzoso debido a la construcción de un embalse que nunca llegó a inundar el pueblo.
La historia de Granadilla
Granadilla fue fundada en el siglo IX durante la época musulmana, con un pequeño asentamiento que servía como punto estratégico y defensivo. Con el paso del tiempo, este lugar se transformó en un importante enclave fronterizo entre los reinos de Castilla, León y Portugal. La localidad conserva su estructura medieval con un impresionante castillo del siglo XV y una muralla que rodea todo el pueblo, lo que le confiere un encanto histórico único.
El desalojo de Granadilla
En 1955, el gobierno franquista ordenó la expropiación de Granadilla para construir el embalse de Gabriel y Galán. Los habitantes fueron desalojados en 1960 y aunque el agua nunca llegó a cubrir el pueblo, sí inundó las tierras agrícolas circundantes, haciendo insostenible la vida allí. Granadilla quedó aislada, accesible únicamente por una estrecha península, y fue completamente abandonada en 1964.
La recuperación y restauración
En 1980, el gobierno de Adolfo Suárez declaró Granadilla como Conjunto Histórico-Artístico y se inició un proyecto de restauración. Este programa ha permitido la conservación de su patrimonio y la apertura del pueblo al público. Los visitantes pueden recorrer sus calles empedradas, explorar el castillo y admirar las murallas, que se encuentran entre las mejor conservadas de España.
Un paseo por Granadilla
Visitar Granadilla es un viaje en el tiempo. El castillo ofrece una vista panorámica del pueblo y el embalse, mientras que las murallas y la iglesia parroquial de la Asunción, del siglo XVI, reflejan la rica historia del lugar. La restauración ha permitido mantener intacta la arquitectura original, ofreciendo a los visitantes una experiencia auténtica y educativa.
Acceso y visitas
Granadilla está abierta al público de martes a domingo, con horarios que varían según la temporada. Los horarios son variables dependiendo de si la temporada es invierno o verano. La entrada es gratuita, pero se deben seguir ciertas normas para preservar el lugar, como no acceder a las viviendas y mantener las mascotas atadas.
Cómo llegar
Granadilla se encuentra a una hora y veinte minutos en coche desde Cáceres y Salamanca, tomando la carretera A-66. Su accesibilidad facilita que muchos puedan descubrir este tesoro escondido y disfrutar de su singular belleza e historia.
Visitar Granadilla es una oportunidad única para sumergirse en un capítulo fascinante de la historia española. Podrás disfrutar de un entorno que, aunque debería haber sido sumergido, resplandece con una belleza innegable.
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