
Las descomunales multas que prepara la DGT con sus radares STOP que ya están en España
Esta medida tiene como objetivo disuadir comportamientos peligrosos y evitar las colisiones
La Dirección General de Tráfico (DGT) ha introducido una nueva medida para reforzar la seguridad en las carreteras españolas. Se trata de los radares STOP. Estos dispositivos han sido diseñados con el propósito de identificar y sancionar a los conductores que no respeten la obligación de detenerse.
Todo con el fin de reducir accidentes en cruces e intersecciones de alto riesgo.
Las señales de STOP están ubicadas en lugares estratégicos. Aquellos donde la detención total es crucial para prevenir siniestros y garantizar la seguridad de todos los usuarios de la vía.

No respetar esta norma puede provocar colisiones graves, especialmente en zonas con visibilidad limitada o un tráfico intenso. El incumplimiento de esta regla se considera una infracción grave.
Castigada con una sanción de 200 euros y la pérdida de cuatro puntos en el carnet de conducir. Esta nueva estrategia tiene como meta disuadir conductas imprudentes y fomentar una mayor responsabilidad al volante.
¿Cómo funcionan los radares STOP?
Los radares STOP son sistemas automatizados que supervisan si los vehículos cumplen con la detención obligatoria en los puntos señalizados. A diferencia de los radares convencionales, estos dispositivos se centran en comprobar si los conductores se detienen completamente en los STOP.
Estos radares están equipados con cámaras de alta resolución y un software avanzado. Este analiza el comportamiento de los vehículos al aproximarse a la intersección.

Si el sistema detecta que un coche no ha realizado una parada completa, la infracción es registrada. Además de enviada al Centro de Tratamiento de Denuncias Automáticas de la DGT. Allí se revisa y gestiona la correspondiente sanción.
Por el momento, la DGT ha instalado estos radares en dos ubicaciones específicas:
Madrid: kilómetro 13,95 de la carretera M-222.
Cuenca: kilómetro 68,68 de la carretera CM-220.
El objetivo de estos dispositivos es sensibilizar a los conductores sobre la importancia de detenerse completamente en un STOP para evitar accidentes. Aunque actualmente están operativos en solo dos ubicaciones, su número podría aumentar si se demuestra su eficacia en la prevención de siniestros. La seguridad vial es una responsabilidad compartida, por lo que respetar las normas es fundamental para reducir riesgos en la carretera.
Radares gemelos: una nueva estrategia para controlar la velocidad
Además de los radares STOP, la DGT ha puesto en marcha los llamados radares gemelos. Un innovador sistema de vigilancia que se ha popularizado debido a su alta efectividad en la detección de excesos de velocidad. A diferencia de los radares convencionales, estos dispositivos calculan la velocidad media del vehículo a lo largo de un tramo determinado.
El funcionamiento de este sistema se basa en dos cámaras sincronizadas, situadas a varios kilómetros de distancia. Registran la matrícula del automóvil y el tiempo que tarda en recorrer el tramo.
A partir de estos datos, se obtiene la velocidad media dividiendo la distancia entre ambas cámaras por el tiempo transcurrido. Esto que permite una medición más precisa y continua del comportamiento del conductor.
Gracias a su tecnología de infrarrojos, estos radares son efectivos tanto de día como de noche. Incluso en condiciones meteorológicas adversas como lluvia, niebla o nieve. Su instalación resulta especialmente útil en tramos peligrosos o en zonas con alta siniestralidad, contribuyendo así a mejorar la seguridad en la red vial.
El sistema de sanción de los radares gemelos es completamente automatizado y altamente preciso. Cuando un conductor excede el límite permitido, el sistema calcula la velocidad media. Genera un informe detallado que incluye la matrícula del vehículo, la velocidad registrada y, en algunos casos, una imagen como prueba.
Las multas por superar los límites de velocidad pueden oscilar entre los 100 y los 600 euros. Dependiendo de la gravedad de la infracción, además de la posible pérdida de puntos en el carnet de conducir.
Con la implementación de estas medidas, la DGT busca no solo penalizar conductas irresponsables. También fomentar una conducción más segura y respetuosa con las normas de tráfico, reduciendo así el número de accidentes en las carreteras españolas.
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