La conocida cadena de ropa que cerrará más de 500 tiendas: empieza a bajar persianas

El Grupo Benetton se encuentra en pleno proceso de reestructuración bajo el liderazgo de su nuevo CEO, Claudio Sforza. Nombrado en mayo de 2024, Sforza tiene la misión de devolver a la marca italiana a la senda de la rentabilidad. En su plan de reactivación, se contemplan medidas drásticas, como el cierre de 500 tiendas y una significativa reducción de los costos operativos.

Benetton cerró 2023 con unas pérdidas netas de 230 millones de euros, una cifra mucho más alta de lo que se esperaba. Este panorama ha obligado a la empresa a replantearse su futuro con urgencia. Sforza ha señalado que su objetivo es reducir esas pérdidas a la mitad, alcanzando los 110 millones de euros para finales de 2024. Además, la compañía prevé alcanzar el punto de equilibrio para 2026.

Para lograrlo, una de las primeras decisiones ha sido la drástica reducción de su red de distribución. Se cerrarán 500 tiendas, principalmente en Italia, lo que afectará a numerosos empleados y modificará la estructura del negocio. A pesar de esta reducción, se espera que la empresa logre una mayor eficiencia en los puntos de venta restantes.

Medidas laborales y acuerdos con sindicatos

Como parte de este plan de reorganización, Benetton ha llegado a acuerdos con los sindicatos. En julio, se acordó una reducción de jornada para 908 empleados, que se mantendrá hasta febrero de 2025. Además, se implementará un plan de salidas voluntarias con compensaciones de hasta 50.000 euros.

Estará disponible tanto para los empleados no afectados por la reducción de jornada como para aquellos cercanos a la jubilación. Sforza ha asegurado que no habrá despidos colectivos durante los próximos tres años.

Cambios en la producción y la sede

Sforza también ha impulsado cambios en la producción, con el objetivo de reducir costes y mejorar la eficiencia. El plazo de entrega de las colecciones se reducirá de 12 a 6 meses. Esto permitirá a la empresa ser más ágil en el mercado. Además, se cerrará la planta de producción en Croacia, mientras que las fábricas de Túnez y Serbia se encargarán de la producción para terceros.

En cuanto a la sede del grupo, Benetton ha decidido trasladarse de su histórica oficina en Villa Minelli a unas nuevas instalaciones en Castrette di Villorba. Aunque Villa Minelli no será abandonada, el cambio busca reducir los costos operativos y mejorar la eficiencia.

Objetivos a largo plazo

El objetivo de Sforza es claro: recuperar la rentabilidad de Benetton y reforzar la marca mediante una mayor eficiencia operativa y una oferta más simplificada. La estrategia incluye un enfoque en productos icónicos y de alta calidad, lo que debería ayudar a la marca a recuperar su competitividad en un mercado global cada vez más desafiante.

La transformación de Benetton es un proceso doloroso. Pero con el cierre de tiendas y la reestructuración de la producción, la compañía confía asegurar su futuro. Con la implementación de estas medidas, el grupo espera reducir sus pérdidas a 60 millones de euros en 2025. Se conseguiría hacer las paces en 2026.