
La antigua moneda española que te paga una semana en Maldivas todo incluido: una pasta
Este ejemplar de las antiguas pesetas data del siglo XIX y ya es uno de los más codiciados por los coleccionistas
Hay monedas que son auténticos tesoros en el mundo del coleccionismo. En este caso, hay una pieza en particular que destaca por su antigüedad, su rareza y también su elevado precio en el mercado de colección.
Otro de los detalles a tener en cuenta sobre esta moneda de 20 pesetas es que es española. Por ello, a pesar de su antigüedad, puede que tú mismo la tengas en casa. De ser así, recuerda que puede ser una gran inversión para pagar un viaje de ensueño.

Esta es la moneda de 20 pesetas que te lleva a Maldivas a todo lujo
La moneda de 20 pesetas de 1812 es una joya del coleccionismo numismático. Aunque nació durante la ocupación napoleónica en España, hoy puede costearte unas vacaciones en Maldivas. Su valor ha crecido notablemente y se ha convertido en una de las monedas antiguas más buscadas.
Este ejemplar fue acuñado en 1812 en la ceca de Barcelona bajo el mandato de José I Bonaparte, hermano de Napoleón. Además, se hizo en plena Guerra de la Independencia Española. Su composición es de oro de 875 milésimas, pesando 6,64 g y con un diámetro de 22 mm.
En el reverso aparece el escudo del Principado de Cataluña rodeado de laureles, un símbolo de resistencia y poder durante la ocupación. Estos detalles hacen que la moneda no solo sea valiosa, sino también cargada de historia.
El valor actual de esta antigua moneda de 20 pesetas
Esta moneda de 20 pesetas destaca gracias a su rareza y escasez, pues se acuñaron pocas en 1812, lo que las convierte en objetos preciados. Además, su valor intrínseco es alto gracias a la pureza del oro, material en el que está realizada.

Esta combinación de factores ha hecho que, en plataformas como eBay, esta moneda puede alcanzar los 2.275 euros. Sin duda, una cifra a tener muy en cuenta que puede financiar tus próximas vacaciones en Maldivas este verano.
La moneda de 20 pesetas de 1812 cumple doble función: tiene un gran valor económico y también un enorme interés histórico. Esto la convierte en una pieza dualmente atractiva para el coleccionismo. Además, su precio la coloca en un punto accesible para aficionados serios, que buscan tokens históricos con buena rentabilidad potencial.
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