El teatrillo de Sánchez en su documental que las redes no han desaprovechado
Una escena en particular, en la que Sánchez aparece simulando una conversación telefónica con un móvil que está apagado
El reciente documental sobre Pedro Sánchez, titulado Moncloa: Las Cuatro Estaciones, ha generado una intensa ola de críticas y burlas en redes sociales. Lo que en principio parecía una oportunidad para que el presidente mostrara el "lado humano" de su gestión ha resultado ser un espectáculo artificial. Que ha expuesto, más que cualquier otra cosa, la desconexión entre Sánchez y la realidad que enfrenta la ciudadanía española.
Una escena en particular, en la que Sánchez aparece simulando una conversación telefónica con un móvil que claramente está apagado. Ha sido motivo de mofa en las redes y ha simbolizado el que muchos consideran un montaje orquestado con fines propagandísticos.
Una producción controvertida
El documental fue adquirido por El País, un hecho que ya de por sí levantó suspicacias. La serie, presentada como "el documental maldito que nadie quiso emitir".
Sin embargo, la verdadera razón por la cual este documental fue rechazado por otras plataformas es, según numerosos analistas, la carencia de sustancia que presenta. Lejos de ser una exploración profunda sobre el trabajo y los desafíos del presidente, lo que se muestra es un desfile de escenas cuidadosamente coreografiadas que solo buscan enaltecer su figura.
El contenido del documental no se sostiene. Desde escenas de Sánchez paseando por los jardines de La Moncloa, hasta desayunos cuidadosamente ensayados con su esposa, Begoña Gómez. Todo parece ser una puesta en escena más que una representación genuina del día a día de un presidente.
Mientras tanto, los verdaderos problemas del país como la crisis económica, los altos niveles de desempleo y los desafíos en materia de seguridad quedan completamente fuera de foco. Como si no existieran en la realidad paralela que el documental quiere presentar.
El momento del teléfono apagado: ¿una metáfora de su desconexión?
Sin duda, la escena que más ha resonado entre los espectadores es aquella en la que Pedro Sánchez finge estar hablando por teléfono. Cuando claramente el dispositivo está apagado.
Durante varios minutos, el presidente aparece gesticulando y simulando una conversación seria, mientras los espectadores pueden ver que la pantalla del móvil no muestra ningún tipo de actividad. Este momento, que debería haber sido editado antes de llegar al producto final, ha sido interpretado como un claro ejemplo de la desconexión del mandatario con la realidad.
Las redes sociales no tardaron en reaccionar. Memes, comentarios irónicos y críticas han llenado Twitter, Instagram y Facebook, señalando la falsedad de la escena. Como un reflejo de la falta de autenticidad que caracteriza muchas de las apariciones públicas de Sánchez.
Incluso algunos usuarios han llevado la ironía más lejos, sugiriendo que esta escena simboliza la forma en que el presidente "hace oídos sordos" a los problemas del país.
Otro punto que ha despertado polémica es el momento en que Sánchez, en el documental, se refiere a Antonio Costa, ex primer ministro de Portugal. Como "un maestro del buen hacer en política". Este elogio, grabado en marzo de 2022, no ha envejecido bien, ya que Costa se vio obligado a dimitir en noviembre de 2023 por múltiples escándalos de corrupción.
Este hecho ha aumentado las críticas, evidenciando que Sánchez parece rodearse y alabar a figuras cuyo legado está manchado por la mala gestión y la falta de transparencia.
Un documental a mayor gloria de Sánchez
Lo que queda claro, tras visionar Moncloa: Las Cuatro Estaciones, es que el documental está diseñado como una oda a la figura de Pedro Sánchez. No se trata de un retrato honesto o crítico, sino de una obra que busca elevar su imagen y reforzar la idea de un líder cercano y comprometido. Sin embargo, lo que logra es todo lo contrario: exponer su desconexión con los verdaderos problemas del país y su obsesión por el control de su imagen pública.
Mientras tanto, los problemas de seguridad, como el aumento de la criminalidad y los desafíos que enfrentan las fuerzas del orden, quedan al margen. El papel de la policía, que diariamente trabaja para garantizar la seguridad en un país donde las tensiones sociales y la delincuencia han aumentado. Es invisibilizado en este tipo de producciones que solo buscan la glorificación personal.
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