SOS Rural urge fortalecer defensa ante competencia desleal de terceros países

Representantes de SOS Rural, cuyo portavoz es Javier Poza, se han reunido en Bruselas con el comisario europeo de Agricultura, Janusz Wojciechowski. Durante el encuentro, se enfatizó la necesidad imperiosa de integrar al sector primario en la formulación de normativas que le afecten directamente.

Además, se solicitó a la Comisión Europea una postura más proactiva. Más concretamente, en la protección del sector primario europeo contra la competencia desleal de países fuera de la Unión Europea.

Este problema se ha exacerbado con la firma de acuerdos comerciales con terceros países. Ha incrementado las importaciones de productos alimentarios procedentes de naciones extracomunitarias que no están obligadas a cumplir con los mismos estándares fitosanitarios y ambientales que los productores europeos.

Desde el 1 de enero hasta el 17 de junio, el Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos (RASFF) ha emitido 140 alertas. Catalogadas como graves o potencialmente graves, debido a la presencia excesiva de pesticidas en frutas y verduras procedentes de Turquía.

Este fenómeno ilustra la preocupación creciente por la calidad y seguridad de los productos importados.

La reunión

SOS Rural se presentó en Bruselas con propuestas concretas destinadas a mejorar las condiciones del sector primario y asegurar su sostenibilidad y competitividad. Entre las principales demandas se incluyen la promulgación de una ley de seguridad y soberanía alimentaria.

También la revisión del Pacto Verde Europeo para integrar de manera más equilibrada la sostenibilidad ambiental y económica. Por otro lado, una simplificación efectiva de la normativa y la burocracia. Actualmente dificultan enormemente la actividad económica en las zonas rurales para agricultores y ganaderos.

Durante la reunión, SOS Rural destacó sus iniciativas en curso. La Iniciativa Ciudadana Europea (ICE) y la Iniciativa Legislativa Popular (ILP), que permiten a los ciudadanos influir directamente en la legislación europea y nacional.

Estas acciones buscan establecer un marco normativo completo que proteja la producción alimentaria, salvaguarde las tierras agrícolas frente a la especulación urbanística y energética, y promueva una política hídrica nacional coherente. Asimismo, abogan por la revisión de los acuerdos comerciales para contrarrestar la competencia desleal que enfrentan los productores europeos.

Durante la reunión en Bruselas, SOS Rural también expresó fuertes críticas hacia la reciente aprobación de la Ley de Restauración de la Naturaleza. Según la organización, esta normativa impondría mayores restricciones y burocracia al sector agrario y ganadero español. Lo hará especialmente en las áreas bajo la Red Natura 2000, que cubre el 40% del territorio nacional.

La ley fue aprobada por un margen estrecho después de las elecciones europeas. Con un nuevo Parlamento Europeo en el horizonte y diferentes mayorías, lo que SOS Rural ha calificado como una "broma de mal gusto".

La ley establece objetivos ambiciosos como la restauración del 30% de los ecosistemas degradados para 2030 y hasta el 90% para mediados de siglo. Sin embargo, según SOS Rural, esto podría impactar negativamente en la competitividad y productividad del sector en un momento crítico. Cuando las importaciones de alimentos de terceros países están en aumento, afectando la soberanía alimentaria y la salud pública.

Además, la organización destacó que la Ley de Restauración de la Naturaleza prohíbe ciertas actividades. Como la construcción de edificaciones necesarias para proteger al ganado o resguardarlos, en áreas que forman parte de la Red Natura 2000.

SOS Rural hizo un llamado urgente a las instituciones europeas para adoptar un enfoque más inclusivo hacia el sector agrario. 

Aseguró que las políticas públicas sean diseñadas con la participación directa de los agricultores y ganaderos. Esto, según la organización, es fundamental para garantizar la producción sostenible de alimentos a precios razonables.

La reunión en Bruselas representó una oportunidad crucial para que Europa comprendiera de primera mano las preocupaciones y demandas del mundo rural. Así como para resaltar la importancia y la profesionalidad del sector agrícola español.

La organización espera que el nuevo Parlamento Europeo sea más receptivo. También que revise las políticas agrarias que han llevado al sector a una situación crítica en los últimos años.