Segundo intento de asesinato: Trump sobrevive a ataque con AK-47 en su club de golf
El FBI confirma que Trump ha sido blanco de un nuevo atentado, apenas dos meses después del primer intento fallido
Este domingo, el FBI ha confirmado que Donald Trump ha sido víctima de un segundo intento de asesinato en un lapso de dos meses.
Las autoridades de la Agencia Federal de Investigaciones ofrecieron una rueda de prensa pocas horas después del incidente. Los hechos han ocurrido mientras el expresidente y candidato republicano se encontraba en su club de golf en Florida.
En dicha comparecencia, los responsables del FBI señalaron que la principal línea de investigación es un intento de asesinato. Por el momento, sin contemplar otras hipótesis.
A diferencia del atentado del 13 de julio durante un mitin en Butler, Pensilvania, y donde el atacante fue abatido, esta vez los agentes lograron detener al agresor con vida. El atacante pudo burlar el perímetro de seguridad armado con un AK-47, lo que lo hizo fácilmente identificable debido al tamaño del arma.
Este es el segundo incidente en el que la vida de Trump se ve en peligro en plena campaña electoral para las elecciones presidenciales del 5 de noviembre. Su seguridad está a cargo del Servicio Secreto, agencia que depende de la Casa Blanca, presidida actualmente por Joe Biden.
El tiroteo tuvo lugar poco antes de las 14:00 horas (hora local) en Florida, justo después de que Trump regresara de una gira por la costa oeste de los Estados Unidos. En esta gira, el exmandatario realizó varios actos de campaña, incluyendo un mitin el viernes por la noche en Las Vegas. El mitin en Las Vegas tenía como objetivo atraer al voto latino, un grupo demográfico considerable en dicho estado.
Este nuevo atentado vuelve a poner en tela de juicio la efectividad del sistema de seguridad que la Casa Blanca ha dispuesto para proteger a Trump a través del Servicio Secreto. La seguridad del expresidente ha estado bajo constante escrutinio desde el primer intento de asesinato ocurrido en julio. Hechos que llevaron a la dimisión de la entonces directora del Servicio Secreto.
El puesto de director de esta agencia es designado directamente por el presidente en funciones. Sin necesidad de la aprobación del Senado, a diferencia de otros altos cargos en la administración estadounidense.
Atentado del 13 de julio
El atentado del 13 de julio reveló importantes fallos en la protección de Trump. En ese incidente, un francotirador logró acercarse lo suficiente al escenario durante un mitin en Butler, Pensilvania. Para posteriormente disparar varias veces antes de ser abatido por las fuerzas de seguridad.
Aunque una de las balas solo rozó la oreja de Trump, estuvo a escasos milímetros de un desenlace fatal. Lamentablemente, un bombero que acudió al evento junto a su hija, falleció tras interponerse para proteger a la niña.
La repetición de un incidente tan grave ha generado preocupación sobre las medidas de seguridad a tan solo unos meses de las elecciones presidenciales. La campaña de Trump, marcada por su regreso a la escena política y su desafío directo a la administración Biden, ahora está más tensa debido a estas amenazas.
Este suceso refuerza el debate sobre la seguridad de los candidatos presidenciales. Más aún, cuando los actos de violencia parecen incrementarse en un ambiente político tan polarizado. Las investigaciones del FBI continúan para esclarecer más detalles sobre el intento de asesinato.
Mientras, se espera que se tomen medidas para reforzar la seguridad en torno al expresidente Trump y otros candidatos de cara a los próximos comicios.
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