
Sánchez propone sancionar a los militantes socialistas que consuman la prostitución
La trama que ha dejado audios eligiendo mujeres entre Koldo y Ábalos ha terminado por buscar un lavado de imagen
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se reúne este viernes con las responsables de Igualdad del PSOE. El encuentro tiene lugar en Ferraz, un día antes del Comité Federal del partido. El objetivo: avanzar en la abolición de la prostitución y reforzar el compromiso feminista del partido.
En la reunión participan secretarias de Igualdad, portavoces autonómicas, y varias dirigentes clave. Entre ellas, Cristina Narbona, presidenta del partido; María Jesús Montero, vicepresidenta primera del Gobierno; y Ana Redondo, ministra de Igualdad.

Redondo presentará un anteproyecto de ley abolicionista. El texto incluye una medida interna de gran calado: sanciones para los militantes del PSOE que consuman prostitución. La propuesta llega en un momento delicado para el partido.
El escándalo del caso Ábalos, con audios que implican a figuras cercanas al exministro, ha provocado una fuerte crisis. Incluso ha derivado en la reciente dimisión de Santos Cerdán, exsecretario de Organización. Sánchez expresó públicamente su “repugnancia” por lo revelado en ese caso.
La dirección del PSOE considera que es hora de dar un paso más. La estrategia, según fuentes internas, busca enviar un mensaje claro de regeneración ética. No solo hacia dentro del partido, sino también hacia la sociedad.
El Comité Federal de este sábado será clave. Se espera que Pedro Sánchez refuerce su apuesta por una “revolución feminista” dentro del PSOE. No se descarta que anuncie más cambios internos, con el objetivo de recuperar la confianza de sus bases y del electorado.

El encuentro de este viernes también sirve para colocar la abolición de la prostitución en el centro del debate político. Desde el partido aseguran que la ciudadanía exige “mucho más” que palabras. Ven imprescindible combinar una agenda social con una profunda limpieza institucional.
La propuesta de sancionar a militantes que paguen por sexo es inédita en un partido mayoritario. Representa un giro simbólico y práctico hacia una postura más firme contra la prostitución.
Con esta iniciativa, el PSOE quiere dejar atrás los efectos del escándalo que ha salpicado a su anterior dirección. También busca blindarse ante nuevas crisis, mostrando una imagen de firmeza, ética y compromiso con los derechos de las mujeres.
Si es que queda algo de eso.
Ferraz quiere marcar distancia con el pasado.
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