
Sánchez impulsa una ofensiva escolar para borrar a Franco de la mente de los jóvenes
Los socialistas aseguran que entre los jóvenes se está normalizando la figura del dictador por influencia de redes y medios
Pedro Sánchez propone llevar el relato antifranquista a las aulas para combatir el supuesto blanqueamiento del régimen. El PSOE registra una PNL para introducir más contenidos sobre dictaduras en los libros de texto de Secundaria y Bachillerato.
Los socialistas aseguran que entre los jóvenes se está normalizando la figura del dictador por influencia de redes y medios. No se trata de una ley con efectos reales, sino de una proposición no de ley, usada como gesto político desde el Congreso.
El objetivo es marcar distancia con PP y Vox, acusados de alentar el revisionismo histórico sobre el franquismo. Acusan a la “derecha mediática” y a la “extrema derecha política” de fomentar discursos negacionistas en la juventud.
La izquierda señala a PP y Vox por supuestamente minimizar el carácter fascista del régimen franquista en sus discursos. La propuesta reclama reforzar los contenidos educativos centrados en dictaduras, represión y violencia institucional.
La memoria democrática debe formar parte del currículo para evitar que las nuevas generaciones repitan errores del pasado. El PSOE asegura que muchos docentes detectan bulos sobre el franquismo en los discursos de alumnos de corta edad.

Se habla de mensajes difundidos por influencers y canales digitales que restan gravedad a la represión franquista. Sánchez admite que los demócratas no han sabido conectar pedagógicamente con los jóvenes en los últimos años.
El Ejecutivo quiere ahora incorporar en los libros el papel de las mujeres en la Guerra Civil y la dictadura posterior. La proposición incluye propuestas para actualizar los contenidos en la ESO, FP y Bachillerato con enfoque histórico.
El texto insiste en recordar el sufrimiento de las víctimas del franquismo como parte central del relato democrático. El PSOE busca también evitar que la inacción institucional se interprete como complicidad con los discursos negacionistas.

Esta estrategia educativa busca blindar la narrativa oficial sobre el régimen de Franco entre las nuevas generaciones. Las críticas de la oposición se centran en el uso partidista de la historia para fines ideológicos y electorales.
Ferraz espera que esta ofensiva narrativa tenga mayor alcance en redes que el acto oficial por los 50 años de libertad. La batalla por el relato histórico se traslada ahora al aula, con el franquismo como eje de disputa ideológica.
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