
Sánchez dispara la cifra de asesores y cargos puestos a dedo
Según los datos oficiales del 1 de junio, hay 1.262 asesores y empleados de confianza en los 22 ministerios del Ejecutivo actual
El Gobierno de Pedro Sánchez ha batido un nuevo récord en asesores y funcionarios colocados por libre designación en la Administración.
Según los datos oficiales del 1 de junio, hay 1.262 asesores y empleados de confianza en los 22 ministerios del Ejecutivo actual. Son 52 más que en la anterior legislatura. Solo el Ministerio de Presidencia y Justicia concentra 613 de estos puestos de confianza.
A estos se suman 1.289 funcionarios nombrados por libre designación, 900 más que a mediados del año 2023, según los registros. Este sistema permite colocar a dedo a funcionarios en los niveles más altos, muchos recién llegados y sin experiencia previa acreditada.
El método de libre designación debería ser excepcional, pero se ha convertido en norma en los gobiernos de Pedro Sánchez. Casi el 70% de los funcionarios en libre designación ocupan los niveles 28, 29 y 30, los más altos dentro de la Administración.
Los ministerios más beneficiados por este sistema son Hacienda, Interior y Exteriores, según reflejan los datos internos.
El Supremo ya advirtió que, aunque los ceses en estos puestos son libres, deben estar justificados con criterios objetivos y motivados.
La ley exige explicar por qué ya no concurren las razones de confianza que motivaron su designación en primera instancia.
Pese a ello, los ceses suelen ser discrecionales y sin transparencia, lo que genera inseguridad y sensación de arbitrariedad. El incremento de asesores ha coincidido con un aumento histórico de altos cargos: ya suman 799 en el Ejecutivo central.

El Gobierno ha multiplicado sus niveles de gasto: solo en asesores ha pasado de 43,9 a 78,2 millones de euros desde 2018. La nómina de personal de confianza y altos cargos alcanzó en 2023 un total de 166 millones, un 44% más que en el año 2018.
Ese fue el año en el que Pedro Sánchez llegó al poder tras la moción de censura que desbancó al Gobierno del Partido Popular.

Los asesores y cargos de confianza son nombrados en su mayoría con nivel 30, el máximo retributivo de la función pública. Este ascenso meteórico por afinidad política ha relegado a funcionarios veteranos que llevan años sin progresar en su carrera.
El Ejecutivo ha encontrado en estos nombramientos una forma de afianzar fidelidades internas y asegurar apoyos parlamentarios.
Con la legislatura pendiente de pactos complejos, las designaciones son también parte del reparto entre partidos y socios.
El sistema se ha convertido en una vía rápida de premiar lealtades políticas sin necesidad de oposiciones ni concursos públicos. La figura del asesor eventual ha crecido al ritmo de las concesiones del Ejecutivo a sus aliados y a miembros del propio PSOE.
En un contexto de crisis económica y escándalos por corrupción, el coste político y presupuestario de esta política es evidente.
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