
Sánchez abre La Moncloa a Bildu tras años de negarse a pactar con el partido proetarra
El PSOE argumentó que no había acuerdos directos con Bildu, pero sus votos han sido clave para las mayorías parlamentarias del Gobierno
Pedro Sánchez aseguró que jamás pactaría con Bildu. Hoy, la portavoz del partido abertzale se reunió en La Moncloa con el presidente. El líder del PSOE negó en repetidas ocasiones que alcanzaría acuerdos con fuerzas independentistas y abertzales como EH Bildu.
Sin embargo, la historia ha demostrado lo contrario. Sánchez ha pasado de despreciarlos a contar con su apoyo para mantenerse en el poder. En 2019, tras una investidura fallida y elecciones repetidas, Sánchez logró gobernar gracias a la abstención de ERC y EH Bildu.
El PSOE argumentó que no había acuerdos directos con Bildu, pero sus votos han sido clave para las mayorías parlamentarias del Gobierno. Sánchez dijo en 2015: “Con Bildu no vamos a pactar”. En 2019, el PSOE reiteró que “no se acuerda nada” con la formación abertzale.

Pese a esas declaraciones, la realidad ha sido distinta. Desde 2020, EH Bildu ha apoyado leyes esenciales del Gobierno de Sánchez. El PSOE y Bildu firmaron un acuerdo en la pandemia para la prórroga del estado de alarma a cambio de concesiones económicas y sociales.
El PP ha criticado estas alianzas. Feijóo preguntó en el Congreso: “¿Cuál es el pacto encapuchado entre el PSOE y Otegi?”. Hoy, la portavoz de Bildu, Mertxe Aizpurua, ha sido recibida en Moncloa como un actor clave en la gobernabilidad de Sánchez.
Es la primera vez que EH Bildu accede al poder Ejecutivo de esta manera, un partido que es considerado el brazo político de la banda terrorista ETA. El PSOE defiende esta estrategia como un ejercicio democrático, mientras la oposición la ve como una traición a las víctimas del terrorismo.
Aizpurua no compareció en Moncloa tras la reunión. Luego se trasladó al Congreso para informar sobre el contenido del encuentro. Sánchez ha pasado de rechazar acuerdos con Bildu a permitirles una influencia crucial en la política nacional y en su propia investidura.

Esta evolución muestra cómo la necesidad de gobernabilidad ha llevado a Sánchez a romper su promesa de no pactar con Bildu. La relación entre PSOE y Bildu ya no es tabú. El Gobierno ha allanado el camino para que el partido abertzale gane peso en las decisiones.
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