¿Sabía el Ayuntamiento de Granollers del taller sobre guerrilla urbana?

Las fiestas mayores de Granollers, que se celebran del 24 de agosto al 1 de septiembre. Se han visto envueltas en una fuerte controversia tras  la realización de un taller que ha generado indignación y preocupación en la comunidad.

Organizado por la colla dels Blaus, el taller titulado "Técnicas aplicadas de guerrilla urbana"  incluía actividades como el lanzamiento de cócteles molotov.

Esto simulados contra un muñeco vestido de policía y la construcción de barricadas con contenedores de basura. El taller, que formaba parte del programa oficial de las festividades, ha desencadenado una ola de críticas. Especialmente tras la difusión de videos en redes sociales que muestran a menores participando en estas prácticas.

Reacción del Ayuntamiento y críticas al gobierno local

El Ayuntamiento de Granollers, dirigido por el PSC, emitió un comunicado en el que se desvinculaba del contenido del taller. Asegurando que desconocía su naturaleza y reiterando su apoyo a los cuerpos de seguridad.

"El Ayuntamiento de Granollers expresa su apoyo a los cuerpos de seguridad y rechaza el contenido del acto organizado por un grupo de la colla dels Blaus en la fiesta mayor. ¿Pero no es el Ayuntamiento quien presta la logistica para que se realice este tipo de actividades?. 

Sin embargo, estas declaraciones no han sido suficientes para apaciguar la indignación. El PP ha exigido la dimisión de la alcaldesa, Alba Barnusell, argumentando que el consistorio debería haber estado al tanto de las actividades incluidas en el programa oficial de las fiestas. Además, el PP ha anunciado que presentará una denuncia ante la Fiscalía por posibles delitos de odio y discriminación.

Una actividad "lúdica" con graves implicaciones

La colla dels Blaus, organizadora del taller, ha lamentado la interpretación que se ha dado a su actividad. Insistiendo en que su intención no era ofender a los cuerpos de seguridad ni incitar a la violencia. "El grupo de los Blaus de Granollers lamenta la interpretación de uno de los actos organizados por la fiesta mayor.

En ningún caso se ha querido ofender a los cuerpos de seguridad ni incentivar la violencia. Se trataba de un acto lúdico en el marco de la fiesta", afirmaron en sus redes sociales.

No obstante, las imágenes del taller, que muestran  a menores lanzando cócteles molotov simulados y empujando contenedores para construir barricadas. Han generado una fuerte reacción tanto en la comunidad local como en el ámbito policial. El sindicato SAP-FEPOL calificó el taller de "lamentable" y expresó su preocupación por la normalización de conductas violentas en un entorno festivo.

Posibles consecuencias legales

Los Mossos d'Esquadra han abierto diligencias  para investigar los hechos y podrían considerar el taller como un posible delito de odio. Fuentes policiales han confirmado que se están evaluando los videos y testimonios para determinar si se vulneraron leyes que protegen la integridad y el respeto hacia los cuerpos de seguridad.

Además, la  Associació Professional de Comandaments de la Policia de Catalunya calificó lo sucedido de "deplorable". Además expresó su incomprensión ante el hecho de que el ayuntamiento permitiera la inclusión de tal actividad en el programa oficial de las fiestas. "No se nos ocurre otra interpretación posible con el objetivo de tan desafortunada actividad", señalaron en un comunicado.

El papel del Ayuntamiento en la logística del evento

Aunque el Ayuntamiento ha afirmado no tener conocimiento del contenido específico del taller. La realidad es que la logística de las fiestas, incluida la autorización y supervisión de actividades, recae en gran medida en la administración local. Esto ha llevado a muchos a cuestionar cómo es posible que una actividad tan controvertida haya pasado desapercibida para las autoridades municipales.

La controversia ha puesto en el centro del debate la responsabilidad de los gobiernos locales en la organización de eventos públicos. Especialmente aquellos que involucran a menores y que pueden tener implicaciones legales y sociales tan graves.

Mientras el Ayuntamiento intenta distanciarse de la polémica, la presión pública sigue aumentando. Es probable que este incidente tenga repercusiones tanto a nivel local como autonómico.