
Renfe sufre retrasos de hasta 95 minutos mientras Óscar Puente caza tuiteros
La compañía ferroviaria ha registrado demoras en trenes AVE, Alvia y Avant que conectan Andalucía con Madrid
Este domingo, Renfe ha registrado demoras de hasta 95 minutos en trenes AVE, Alvia y Avant que conectan Andalucía con Madrid y otras regiones.
La causa, según Renfe, es una incidencia en la infraestructura férrea entre Córdoba y Sevilla, sin detalles concretos ni soluciones claras.
Los pasajeros afectados vivieron un caos ferroviario en plena operación retorno, sin explicaciones ni compensaciones inmediatas a la vista.

Mientras tanto, el ministro de Transportes, Óscar Puente, no ha ofrecido explicaciones ni ha comparecido ante los medios de comunicación.
El AVE que salió de Santa Justa a las 7:18 y debía llegar a Madrid a las 10:10, acumuló 35 minutos de retraso sin previo aviso a los viajeros.
El Avant Sevilla-Granada con salida a las 7:42 acumuló 42 minutos de demora. El servicio a Málaga sufrió una espera aún mayor: 76 minutos.
El AVE de Madrid a Sevilla con salida a las 7:00 llegó con 50 minutos de retraso. Cádiz-Madrid: 95 minutos de espera. Un auténtico colapso.
Ante esta situación, Puente sigue más preocupado por su guerra en redes, persiguiendo tuiteros críticos al Gobierno que gestionando trenes.

El ministro se ha convertido en el azote de los ciudadanos incómodos en X (antes Twitter), bloqueando a quienes señalan su ineficacia.
Con las líneas de Alta Velocidad en crisis, muchos se preguntan si el cargo que ostenta requiere algo más que presencia en redes sociales.
El AVE Sevilla-Madrid de las 10:30 acumuló 63 minutos de demora. El AVLO Madrid-Sevilla de las 9:00 llegó con 28 minutos de retraso.
Hasta el Alvia Cádiz-Barcelona de las 7:35 arrastra 65 minutos. Los retrasos son generalizados y afectan a miles de viajeros en todo el sur.
Lejos de abordar la falta de mantenimiento y modernización, el ministerio finge normalidad y lanza comunicados fríos e impersonales.
Renfe asegura que los trenes recuperan entre 10 y 15 minutos tras pasar la zona afectada. ¿Eso basta ante demoras de más de una hora?
Los ciudadanos están hartos de un servicio público que no responde y de ministros más atentos a X que al estado de las infraestructuras.

En lugar de mejorar la red o responder a los viajeros, Puente ha optado por dar bloqueos y enfrentarse a perfiles anónimos.
No es la primera vez que la red ferroviaria colapsa. El 29 de abril, un apagón dejó más de 100 trenes varados y 35.000 pasajeros bloqueados.
La vulnerabilidad del sistema crece, pero el Gobierno repite mantras sobre sostenibilidad sin garantizar lo más básico: la puntualidad.
Ni siquiera se han anunciado medidas extraordinarias, compensaciones amplias o explicaciones técnicas sobre la causa de esta incidencia.
Renfe promete soluciones verdes, frenado regenerativo y trenes a hidrógeno, pero la realidad es que ni llegan a tiempo ni dan la cara.
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