¿A quién ha colocado Sánchez al frente de Telecomunicaciones para controlar las TV?
El presidente refuerza su control en el sector mediático al nombrar a Antonio Hernando en un cargo clave
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, continúa reforzando la presencia del PSOE en los organismos clave del Estado. Hoy hemos conocido la designación de Antonio Hernando, exdirector del gabinete presidencial, como secretario de Estado de Telecomunicaciones.
Esta estrategia forma parte de un claro esfuerzo por consolidar la influencia socialista en sectores esenciales como el de las telecomunicaciones y los medios. Un decisión que ha generado preocupación entre los críticos que ven en este movimiento un intento de controlar el panorama mediático.
El nuevo puesto de Hernando no es una asignación menor. Tendrá bajo su mando la regulación de licencias de televisión y la supervisión del sector de telecomunicaciones. Puntos neurálgicos para el plan de "acción democrática" del Gobierno.
Fuentes del propio partido indican que Hernando, un aliado cercano de Sánchez, trabajará junto a Óscar López, ministro de Transformación Digital. El objetivo será formar un equipo clave en la estrategia socialista para afianzar su poder en las instituciones públicas.
Este nombramiento, refuerza el control del PSOE sobre uno de los sectores más sensibles para la democracia, refleja un patrón recurrente en la administración Sánchez. La colocación de figuras cercanas en posiciones estratégicas dentro del Estado.
A pesar de no haber conseguido el ministerio que aspiraba, Hernando adquiere un rol clave que le permitirá influir sobre el futuro del sector mediático. Dos áreas vitales para cualquier gobierno que busque controlar el flujo de información.
Control mediático y el plan de acción democrática
El Gobierno de Pedro Sánchez ha venido trabajando en un plan de acción destinado a "combatir la desinformación". Un término que, según algunos críticos, sirve como pretexto para intervenir y controlar el contenido que circula en los medios.
La designación de Hernando se alinea con este objetivo, otorgándole al PSOE un control aún mayor sobre la narrativa informativa en España. Aunque el Ejecutivo ha insistido en que la Comisión Nacional de los Mercados supervisará el proceso, la gestión estará en manos del Ministerio.
Para algunos analistas, esta estrategia no solo busca proteger al Gobierno de las críticas, sino también ampliar su capacidad de influir en la opinión pública. El control del entorno mediático ha sido una constante en la gestión de Sánchez.
Por esta razón, la llegada de Hernando a este puesto no hace más que afianzar ese enfoque. Desde Moncloa se pretende dar una apariencia de independencia, pero la realidad es que el Ejecutivo estará presente en cada una de las decisiones.
Hernando, una figura polémica
Antonio Hernando no es un desconocido en la política española ni en los círculos del poder socialista. Su regreso a Moncloa en 2021, tras haberse distanciado de Sánchez en 2017, causó revuelo en su momento.
Antes de regresar al núcleo del poder, Hernando había cofundado la consultora Acento junto con Pepe Blanco, otro peso pesado del PSOE. Esta empresa fue objeto de críticas por sus vínculos con el Gobierno, lo que generó sospechas sobre posibles conflictos de interés.
El nombramiento de Hernando fue defendido por la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, bajo la justificación de que cumplía con todas las normativas.
Nuevos horizontes mediáticos
Uno de los puntos más controvertidos del plan del Gobierno es la posible creación de un nuevo canal en la Televisión Digital Terrestre (TDT). Este canal aprovecharía una mejora en la tecnología de emisión para ocupar espacio en la banda de emisión.
Se especula que el Grupo Prisa, dueño de medios como El País y la Cadena Ser, estaría interesado en gestionar este proyecto. De confirmarse, esto reforzaría aún más la influencia del PSOE sobre los principales actores mediáticos de España, afianzando su control en todos los frentes.
El nombramiento de Hernando y los planes para la creación de este nuevo canal dejan entrever un patrón claro en Sánchez. Colonizar los entes públicos, asegurando que las decisiones clave de la nación se tomen bajo el paraguas socialista. Especialmente, en sectores donde el control de la información y la tecnología resultan determinantes para el futuro del país.
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