
Putin y Trump pactan alto el fuego energético y canje de prisioneros en Ucrania
Este acuerdo, que tendrá una duración de 30 días, fue alcanzado tras una conversación telefónica entre ambos líderes, según informó la Casa Blanca
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha aceptado una propuesta de Donald Trump para detener los ataques contra infraestructuras energéticas. Este acuerdo, que tendrá una duración de 30 días, fue alcanzado tras una conversación telefónica entre ambos líderes, según informó la Casa Blanca.
Trump y Putin coincidieron en que este alto el fuego es un primer paso hacia una tregua total y una posible paz duradera en la región. "El camino hacia la paz comenzará con el cese de ataques a la infraestructura y la negociación de una tregua en el mar Negro", informó EE.UU.
Desde el Kremlin confirmaron que Putin ha dado la orden de cesar los ataques contra objetivos energéticos ucranianos durante el plazo acordado. No obstante, el mandatario ruso insistió en que EE.UU. y sus aliados deben dejar de suministrar ayuda militar a Ucrania para consolidar la tregua.
Según fuentes del Kremlin, ambos presidentes destacaron la necesidad de fortalecer las relaciones bilaterales entre Rusia y Estados Unidos. El comunicado de la Casa Blanca enfatiza que el potencial de una cooperación entre ambas potencias podría beneficiar la estabilidad geopolítica global.

Sin embargo, este acuerdo omitió cualquier referencia a Ucrania en las negociaciones, lo que podría generar inquietud en Kiev y sus aliados europeos. Uno de los puntos clave abordados por ambos mandatarios fue la situación en Oriente Próximo y la influencia de Irán en la región.
Trump y Putin coincidieron en que Irán "nunca debería estar en posición de destruir a Israel" y discutieron estrategias para evitar la proliferación nuclear. En paralelo, la agencia rusa TASS informó que Rusia y Ucrania acordaron un intercambio de prisioneros de guerra en los próximos días.
Según TASS, Moscú entregará a Kiev a 23 militares ucranianos gravemente heridos a cambio de 152 soldados rusos capturados. Este intercambio de prisioneros es visto como una señal de posibles avances en las negociaciones para un cese de hostilidades más amplio.

Las reacciones internacionales ante el acuerdo han sido variadas, con la UE exigiendo mayores garantías de cumplimiento por parte de Moscú. Mientras tanto, el gobierno de Volodímir Zelenski ha mostrado escepticismo y exige compromisos más firmes antes de aceptar cualquier tregua.
En Washington, el acuerdo ha sido recibido con cautela, con analistas advirtiendo que Rusia podría usarlo para rearmarse y reforzar su ofensiva. A pesar de la incertidumbre, el cese temporal de ataques a la infraestructura energética ucraniana representa un respiro en el conflicto.
El impacto real de este acuerdo se medirá en las próximas semanas, cuando se vea si ambas partes cumplen con los términos establecidos.
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