
El PSOE de Puig no exigió a su novia lo que ahora a Pradas: ser experta en emergencias
Ximo Puig colocó a su pareja como consellera de Interior, sin experiencia en emergencias, una abogada como Pradas, a la que pide que sepa más que los expertos en emergencias
El Partido Socialista y Compromís han convertido el caso de la DANA en un ataque político sin precedentes, mientras olvidan —de forma interesada— que durante el Botànic ellos nombraron a Gabriela Bravo, pareja de Ximo Puig, como consellera de Justicia e Interior sin tener experiencia alguna en gestión de emergencias o seguridad ciudadana. Su perfil era el mismo que el de Salomé Pradas: una jurista con trayectoria en la administración pública.
Hoy, en un alarde de hipocresía, el PSOE pretende responsabilizar a Pradas de decisiones técnicas que no solo no dependían de ella, sino que fueron asumidas por un equipo heredado del anterior gobierno del Botànic. La consellera Pradas, además, compareció ante la jueza con honestidad y transparencia, detallando con precisión quién tomó las decisiones clave el 29 de octubre.
Durante la DANA, la gestión de la emergencia recaía operativamente en los técnicos nombrados por el gobierno del Botanic: José Miguel Basset, jefe operativo de la emergencia y director del Mando Avanzado, Jorge Suárez, subdirector general de Emergencias de la Generalitat e Inmaculada Piles, coordinadora del Centro de Coordinación de Emergencias.
Todos ellos mantenidos en sus cargos por su expecialización pero nombrados por los gobiernos progresistas anteriores. Son ellos, y no los cargos políticos, quienes gestionan las decisiones críticas durante una emergencia. Pradas los escuchó y actuó conforme a su criterio técnico, como debe hacerlo cualquier conseller responsable.
Además, como recoge el informe del subdirector Suárez, la Generalitat ya había mejorado en 2023 el protocolo de avisos a municipios, informando por circular oficial de las nuevas medidas. 63 de los 85 municipios afectados contaban con planes actualizados frente a inundaciones.
A Pradas no se le puede exigir más conocimiento sobre caudales, barrancos o meteorología que al propio personal técnico de emergencias. El PSOE, que nunca cuestionó a Gabriela Bravo durante ocho años, ahora exige lo que ellos jamás cumplieron.
Basta de cinismo: Pradas fue honesta, competente y estuvo arropada por un equipo técnico profesional. El uso partidista de una catástrofe no solo es inmoral, sino profundamente irresponsable por parte del PSOE y Compomis.
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