
El PSOE de María Jesús Montero se desploma en Andalucía tras el caso Cerdán
El PSOE se encuentra afrontando una crisis sin precedentes debido a los presuntos casos de corrupción
María Jesús Montero se encuentra en boca de todos. La socialista ya anunció que dejará sus cargos en el Gobierno central para centrarse en las próximas elecciones autonómicas en Andalucía. Las mismas que están previstas para el verano de 2026.
La líder del PSOE andaluz ha comunicado esta decisión con el objetivo de dedicarse “en cuerpo y alma” a su candidatura para presidir la Junta de Andalucía. Montero, en una entrevista reciente, expresó su confianza en ganar los comicios.
Sin embargo, no va bien encaminada. Según el Barómetro del mes de junio de 2025, elaborado por la Fundación Centro de Estudios Andaluces (Centra), la presuntacorrupción del partido le habría pasado factura a Montero.

Según los datos publicados, los socialistas andaluces, con la vicepresidenta del Gobierno como principal referente en la región, caen por debajo del 20 % en intención de voto. Con esto, podrían quedarse con apenas 24 escaños.
La caída del PSOE-A ampliaría la ventaja del PP de Juanma Moreno, que se situaría casi 22 puntos (21,9) por encima de los socialistas andaluces.
Juanma Moreno continúa siendo el líder político preferido por los andaluces: un 49,4 % lo prefiere como presidente autonómico. Su partido, el PP-A, obtendría un 41,7 % de los votos y entre 55 y 57 escaños. De esta manera, alcanzando o superando la mayoría absoluta en el Parlamento andaluz.

Este resultado permitiría a los populares doblar en representación al PSOE-A. Así, revalidar el Gobierno en el Palacio de San Telmo por tercera legislatura consecutiva desde que accedieron al poder en enero de 2019.
Y es que el PSOE se encuentra afrontando una crisis sin precedentes debido a los presuntos casos de corrupción que lo acorrala. Debido a esto, el exsecretario de Organización del PSOE Santos Cerdán terminó en la cárcel el pasado 30 de junio.
El juez sostuvo en su resolución que el encarcelamiento era necesario en este momento. Esto, al considerar que no existe ninguna otra medida que pueda prevenir el riesgo de que el acusado elimine pruebas importantes para un eventual juicio.
A su juicio, si se le permitiera continuar en libertad, existiría la posibilidad de que intentara hacer desaparecer elementos clave para la investigación. Esto justifica, según señaló, la adopción de la prisión preventiva como única opción válida para evitar ese peligro.
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