¿Por qué el juez no puede inspeccionar el patrimonio y el móvil de Ábalos?
El exministro de Sánchez cuenta con varias ventajas que no tienen los otros imputados del caso
El exministro José Luis Ábalos ya se encuentra en el Tribunal Supremo bajo el marco de su declaración ante el juez Leopoldo Puente y las acusaciones populares. Sin embargo, a diferencia de cualquier otro imputado, Ábalos goza de ciertas ventajas que le permiten moverse con cuidado.
El diputado se ha presentado ante el Tribunal Supremo de manera voluntaria y aún protegido por el aforamiento. Lo que le mantiene temporalmente a salvo de la revisión de su patrimonio y de otras medidas invasoras de derechos fundamentales. Estas, como el análisis de sus comunicaciones o el registro de sus propiedades.
Si, tras escucharle, el juez Leopoldo Puente decide continuar con el proceso debido a la persistencia de indicios de criminalidad, deberá dirigirse al Congreso y solicitar un suplicatorio. La respuesta de la cámara podría tardar al menos dos meses.
Su citación marca el inicio de un calendario muy apretado de declaraciones en los procedimientos que rodean al Ejecutivo. Después de él, comparecerán Víctor de Aldama el próximo lunes, Koldo García el martes.
Asimismo, Begoña Gómez debe declarar el miércoles y la asistente de Moncloa el día 20. Ni la Fiscalía Anticorrupción ni las acusaciones, ahora unificadas bajo el mando del PP, ni las defensas de los demás imputados, entre ellos Aldama, esperan grandes revelaciones de la declaración.
En sus declaraciones públicas desde que se conoció la decisión del alto tribunal de abrir causa en su contra, Ábalos ha adelantado su postura. El exministro negará casi todos los indicios en su contra, incluyendo el cobro de comisiones y la vinculación estrecha con la trama. Admitirá únicamente lo que no pueda negar, como los contactos mínimos con Aldama para la compra de mascarillas.
¿José Luis Ábalos tirará de la manta ante el juez del 'caso Koldo'?
El exministro de Transportes, José Luis Ábalos, llega al Supremo para declarar como investigado en un caso que podría sacudir al PSOE. Acusado de organización criminal, cohecho, tráfico de influencias y malversación, Ábalos insiste en su inocencia y busca demostrarlo ante el juez.
En sus declaraciones previas, el exministro mostró tranquilidad y afirmó estar preparado para aclarar las acusaciones en su contra. Ábalos lamenta el poco tiempo otorgado para revisar los documentos relacionados con el caso, aunque confía en su defensa.
El empresario Víctor de Aldama, clave en este caso, acusa a Ábalos de delitos que le habrían permitido obtener beneficios económicos ilícitos. Según Ábalos, las acusaciones de Aldama carecen de fundamento y son fruto de un pacto del empresario con la Fiscalía para rebajar su condena.
El caso Koldo también involucra a Koldo García Izaguirre, asesor cercano al exministro, señalado como pieza clave en los presuntos delitos. El empresario Aldama presentó pruebas que incluyen documentos sobre contratos y compras, pero Ábalos sostiene que son falsas o engañosas.
En el Congreso, Ábalos negó tener relación directa con Aldama, aunque admitió que algunos hechos mencionados por el empresario son ciertos. El exministro asegura que su gestión durante la pandemia fue transparente y cuidadosa, especialmente en el manejo de contratos de mascarillas.
Las acusaciones incluyen supuestos pagos irregulares en contratos públicos y el uso indebido de su posición como ministro de Transportes. Ábalos considera que se le ha señalado injustamente por su rol en el gobierno y que las pruebas en su contra son insuficientes.
El Tribunal Supremo también ha citado a declarar a otros implicados, incluidos Koldo García y Víctor de Aldama, en los próximos días. Analistas políticos señalan que este caso podría tener implicaciones políticas, especialmente para el PSOE y su imagen pública.
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