
La peligrosa jugada autoritaria de Sánchez para gobernar España
En su intervención más reciente, Sánchez no dudó en plantear la idea de gobernar a través del BOE
Pedro Sánchez ha encendido las alarmas con declaraciones que reflejan una tendencia preocupante hacia un estilo de liderazgo autoritario. En su intervención más reciente, Sánchez no dudó en plantear la idea de gobernar a través del BOE.
Una medida que, lejos de fomentar la democracia, revela una intención clara de consolidar el poder en manos del Ejecutivo. Sin pasar por el debido debate parlamentario.
El presidente, al referirse a las amenazas que enfrenta Europa, señaló a la "internacional ultraderechista". Además, la comparó con fuerzas que "van con su motosierra" para destruir los logros sociales alcanzados en la región.
Sin embargo, en lugar de optar por la pluralidad y el consenso, Sánchez parece querer imponer su visión política de manera autoritaria. Sin tener en cuenta las preocupaciones de la oposición ni las voces discordantes.
Su enfoque, basado en promesas de aumentar el salario mínimo o reducir la jornada laboral, no deja de ser un intento por mostrar una cara progresista. Que disimula el verdadero objetivo: consolidar el poder gubernamental.

Este enfoque de "gobernar por el BOE" refleja una visión centralizada del poder que recorta los márgenes democráticos en España.
En lugar de fomentar el diálogo y el entendimiento entre diferentes fuerzas políticas, Sánchez opta por decisiones unilaterales que despojan al parlamento de su función esencial: el control del poder ejecutivo. Gobernar a base de decretos y medidas que se publican sin un debate parlamentario profundo es un claro indicio de un estilo de gobierno autoritario.
Además, sus ataques a la oposición, especialmente a Feijóo, resultan una estrategia divisiva que busca descalificar a aquellos que no comparten su visión política. La acusación de que Feijóo es un "abogado defensor de la Vox" es una táctica para desviar la atención de las fallas de su gobierno. Mientras se acentúan las diferencias ideológicas con el principal partido de la oposición.

Sánchez también se ha manifestado en términos de seguridad para Europa, pero su insistencia en la "isolación de la ultraderecha". Que parece más una excusa para justificar su creciente autoritarismo que una verdadera preocupación. Su retórica sugiere que Europa debe alinearse con sus políticas, sin cabida para el disenso o la crítica.
Lo preocupante de la situación es que, bajo la fachada de proteger los valores democráticos, Sánchez está haciendo movimientos claros hacia un modelo de gobierno más cercano a un régimen autoritario.
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