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Un grupo numeroso de personas posa sonriente frente a un fondo azul con el logo de RTVE mientras en la esquina inferior derecha aparece un recuadro con el rostro de un hombre con gafas
POLÍTICA

Nuevo revés para 'La familia de la tele': polémicas, rupturas y un futuro incierto

A partir del lunes 2 de junio, La familia de la tele reducirá su duración y quedará limitada al horario de 15:50 a 17:00

RTVE ha vuelto a tropezar con la misma piedra. En plena crisis de legitimidad sobre el uso del dinero público, la corporación ha apostado fuerte por La familia de la tele. Un nuevo magacín vespertino presentado por María Patiño, Aitor Albizua e Inés Hernand que ha cosechado unas cifras de audiencia tan bajas como preocupantes.

Sin embargo, lejos de asumir el fracaso con rapidez y contención del gasto, RTVE optó inicialmente por alargar el formato durante dos interminables horas. Hasta que los datos han terminado por obligarles a recular.

A partir del lunes 2 de junio, La familia de la tele reducirá su duración y quedará limitada al horario de 15:50 a 17:00. El tijeretazo llega tras semanas de emisiones deslucidas, críticas en redes sociales y un gasto injustificable para una televisión pública. Que, una vez más, parece más interesada en competir con Telecinco que en cumplir con su función de servicio público.

El programa nació el pasado 5 de mayo con grandes pretensiones: mezclar nostalgia, corazón y actualidad televisiva. Con un reparto de presentadores muy alejado del estilo sobrio que tradicionalmente ha caracterizado a La 1. Pero los resultados han sido demoledores.

El pasado jueves, La familia de la tele apenas logró reunir a 579.000 espectadores, con un pobre 7,7% de cuota de pantalla. Peor aún fue el tramo final del espacio, hundido en un desolador 5,7%.

Un grupo numeroso de personas posando sonrientes frente a un fondo azul con el logo de RTVE, algunas sentadas y otras de pie, en un ambiente de evento o presentación

A pesar de estas cifras, RTVE no escatimó en gastos. Escenografía cuidada, promoción constante y un trío de presentadores que, aunque conocidos, no han conectado en absoluto con la audiencia habitual de La 1. ¿La consecuencia? Un derroche de recursos públicos para sostener un formato fallido que, desde el principio, no parecía destinado al éxito.

Mientras tanto, la cadena pública sigue en caída libre en la franja vespertina, arrastrando al resto de su programación. Las series que siguen al programa Valle Salvaje y La Promesa han tenido que reajustarse en horarios para intentar salvar los muebles, lo cual tampoco contribuye a fidelizar al espectador.

La guinda del caos la pone El club de La Promesa, una tertulia sobre la serie que ahora ocupará el espacio de 19:00 a 19:15 horas. Dando paso al concurso El Cazador Stars, con famosos jugando por causas solidarias. Una mezcla sin coherencia clara que parece diseñada para rellenar horas, más que para construir una oferta atractiva.

El director de Contenidos Generales de RTVE, José Pablo López, ha defendido públicamente que se evaluará la continuidad de La familia de la tele según su evolución.

En un momento en el que la ciudadanía exige mayor rigor en la gestión de lo público, RTVE parece ir en dirección contraria. En vez de priorizar contenidos culturales, divulgativos o informativos, continúa financiando productos que podrían tener cabida en canales privados. Pero que difícilmente justifican su presencia en la televisión pública.

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