EDATV Los alumnos latinos serán separados por la Generalitat del resto para aprender catalán
El curso pasado Educación inauguró las aulas de acogida aceleradas apartar a los chicos "nouvinguts"
Cataluña vuelve al foco de la polémica. Esta vez por la inmersión lingüística de la Escuela Catalana.
Sin embargo, no es la única estrategia educativa que utiliza la Generalitat. Cuyo fin fundamental es promover el uso exclusivo del catalán. Este año se celebra el vigésimo aniversario de las aulas de acogida.
Estas acogen a los estudiantes recién llegados de otros países. Allí pasan unas horas al día aprendiendo catalán. Entre estos estudiantes, también se incluyen niños hispanohablantes de otras regiones de España.
Hasta ahora, la asistencia a estas aulas, que el curso pasado sumaron 1376 y atendieron a 31.000 alumnos, duraba entre 24 y 36 meses.
Los responsables de estas aulas han sostenido que los alumnos inmigrantes no podían permanecer allí. Al menos, no todo el horario lectivo en ellas, ya que debían interactuar con los estudiantes locales. Todo con el fin de facilitar su proceso de socialización.
Esto se recoge, por ejemplo, en un informe del Departament que evalúa los primeros diez años del proyecto. Sin embargo, el curso pasado, Educación inauguró las aulas de acogida aceleradas.
El Departamento de Educación clave en estas aulas de acogida aceleradas | Redes sociales
Estas consisten en separar a los estudiantes recién llegados del resto de la clase. Un proceso que durará cinco meses para enseñarles exclusivamente catalán. Al finalizar esta inmersión intensiva, los alumnos deben alcanzar el nivel A2 de la lengua de Pompeu Fabra.
El Consorci sostiene que el dominio del catalán que adquieren los participantes fortalece su conexión con el centro. Añade que reduce el riesgo de abandono escolar. En este contexto, han destacado que el 72% de los 142 estudiantes de diversas nacionalidades que participaron en la prueba piloto lograron superar el nivel A2 de catalán.
Así lo ha indicado el medio VozPópuli.
Aquellos que no lo consiguieron, según el Consorci, se debe a trastornos de aprendizaje o a un bajo nivel de alfabetización. Hasta ahora, la iniciativa, que ha tenido un coste aproximado de un millón de euros, se ha implementado en ocho institutos de Barcelona:
Verdaguer, Martí Pous, Angeleta Ferrer, Joan d’Àustria, Barcelona-Congrés, Menéndez y Pelayo, Teresa Pàmies y Lluís Vives.
Este curso, la experiencia se repetirá, con la novedad de que se añadirán dos aulas adicionales para estudiantes hispanohablantes de segundo y tercero de ESO.
La falta de aulas y pésimas condiciones
El objetivo es evaluar la eficacia del sistema en alumnos hispanoamericanos, cuyo ritmo de aprendizaje se espera sea más rápido. Aunque el Departament presenta el modelo como un éxito, ha generado recelos incluso entre los sindicatos.
Estos suelen ser nacionalistas y poco críticos con las iniciativas de construcción nacional. Por ejemplo, el sindicato de profesores de secundaria Aspepc•sps ha denunciado la situación. Señalan que debido a la crónica falta de aulas, algunos centros han tenido que llevar a cabo la inmersión exprés en espacios sin luz natural, como los sótanos.
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