
Las redes se mofan de Sánchez tras ser marginado en la foto de la cumbre de la OTAN
La escena ha generado un aluvión de comentarios en redes sociales, donde muchos han interpretado el gesto como un símbolo de aislamiento político
Pedro Sánchez ha vuelto a quedar relegado en la foto de familia de la cumbre de la OTAN celebrada en La Haya. En la imagen oficial, Sánchez aparece en una esquina, visiblemente alejado del núcleo de líderes como Trump, Erdogan o Starmer.
La escena ha generado un aluvión de comentarios en redes sociales, donde muchos han interpretado el gesto como un símbolo de aislamiento político.
“Pedro el errante”, “España en modo avión”, o “ni en la foto lo quieren” son solo algunas de las frases más repetidas en Twitter y X. La polémica se produce en plena discusión por el nuevo umbral de gasto en defensa: un 5 % del PIB exigido por Estados Unidos.
Sánchez se ha negado a aceptar esa cifra, insistiendo en que España cumplirá capacidades sin someterse a porcentajes fijos de inversión militar. El desacuerdo con Washington ha sido evidente. Donald Trump, ya en tono de campaña, tildó a España de “problema” desde el Air Force One.

“El señor Sánchez no cumple. Quiere seguridad sin pagar su parte. Eso no es justo con el resto de los aliados”, declaró Trump públicamente. La cena oficial ofrecida por los reyes Guillermo Alejandro y Máxima tampoco contribuyó a rebajar tensiones. Sánchez y Trump no compartieron mesa.
La falta de saludo entre ambos al inicio de la jornada de este miércoles ha sido interpretada como un nuevo síntoma de enfriamiento diplomático. Entre Sánchez y Trump, en la foto, se interpusieron Erdogan, Starmer y el sueco Ulf Kristersson, aumentando la sensación de distancia política.

Fuentes de Moncloa aseguran que la postura española es coherente con sus compromisos actuales, y que el 2,1 % previsto es “razonable y eficaz”. Sin embargo, otros países como Italia, Dinamarca o Alemania se han mostrado a favor de adoptar el 5 % propuesto por Estados Unidos.
El primer ministro neerlandés, Mark Rutte, anfitrión de la cumbre, declaró que no hay “preocupación”, pero tampoco “excepciones”. Rutte defendió que el nuevo umbral es ambicioso pero necesario, y dejó claro que “todos los países deben adaptarse a la realidad actual”.
Sánchez, por su parte, ha enviado una carta a Rutte argumentando que el gasto debe medirse por resultados, no por porcentajes automáticos. El gesto no ha suavizado el malestar. Medios como Politico han señalado a España como el “nuevo villano silencioso” dentro de la Alianza.
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