
Las redes cargan contra Javier Ruiz por hablar de bolsas de patatas y no del Gobierno
El programa 'Mañaneros 360' ha dedicado un espacio a evitar hablar de los escándalos que sacuden al Gobierno de Sánchez
En una reciente emisión del programa 'Mañaneros 360' de TVE, el periodista Javier Ruiz abordó el fenómeno de la "reduflación" en productos de consumo diario, como las bolsas de patatas fritas. Este término describe la práctica de reducir la cantidad de producto en un envase mientras se mantiene o aumenta su precio. Durante el segmento, se presentaron ejemplos específicos.
Un absurdo, como han calificado muchos usuarios en redes, para desviar la atención sobre las informaciones más recientes. Sorprendentemente, todas involucran al Gobierno de Pedro Sánchez, pero Javier Ruiz ha preferido hablar de la cantidad de Chetos que vienen en una bolsa.

Este enfoque en temas de consumo ha generado críticas hacia TVE y Javier Ruiz, acusándolos de desviar la atención de asuntos más relevantes. Los escándalos que afectan al gobierno de Pedro Sánchez. Algunos sectores consideran que dedicar tiempo en un programa informativo a cuestiones como la "reduflación" resta importancia a temas de mayor calado político y social.
Estas críticas se enmarcan en un contexto más amplio de cuestionamientos sobre la línea editorial de TVE y su supuesta afinidad con el gobierno actual. Diversos medios han señalado que la televisión pública ha sido objeto de manipulaciones y censuras en su programación. Por ejemplo, se ha denunciado la omisión de información relevante en ciertos reportajes y la contratación de periodistas considerados afines al gobierno.
Ni una palabra sobre los miembros del Gobierno que propagaron el bulo de la bomba lapa. Tampoco de Leire Díez.
Una nueva defensa de TVE a Pedro Sánchez, esta vez simplemente sin decir nada. Pero quien abandera esa defensa es sin duda Silvia Intxaurrondo.
Las redes han destadao un aluvión de críticas contra Javier Ruiz:
"Los bufones de la corte entreteniendo al populacho..". "@Ruiz_Noticias es un miserable a sueldo de la banda". "Lo importante es lo primero, hay que hacer como yo, quitar de la parrilla de tv la puta mierda de @rtve".

Comentarios que muestran el descontento de los españoles con la cadena pública que financia el Gobierno de Pedro Sánchez. Algo que ha sido duramente criticado desde un principio que demuestra una clara línea editorial.
El nuevo despilfarro de RTVE para resucitar el teletexto
En plena era digital, con plataformas en línea, apps y datos en tiempo real al alcance de todos, RTVE ha decidido invertir dinero público en modernizar el teletexto. Un servicio que, aunque aún visible en más del 99 % de los hogares, pertenece claramente a otra época.
La cadena pública destinará 20.570 euros para renovar este sistema que nació en los años 80. El objetivo es actualizar su contenido con información económica y bursátil. De esa cantidad, 17.000 euros irán específicamente al suministro e integración de datos financieros, según consta en la convocatoria de licitación.
El plan incluye una batería de mejoras que suenan más a intento nostálgico que a verdadera innovación. El teletexto ofrecerá datos del IBEX 35, LATIBEX, valores más negociados y principales índices como el Nasdaq o el Eurostoxx. También añadirá información sobre divisas, materias primas y la prima de riesgo.
Según la convocatoria, se busca el "suministro, tratamiento e integración de la información bursátil e índices económicos, mediante soluciones soporte para páginas de teletexto, compatibles con otros sistemas de emisión". Todo esto con actualizaciones cada 15 minutos.
RTVE justifica la inversión con la instalación de un Centro de Procesamiento de Datos (CPD) y una nueva infraestructura técnica. El objetivo, dicen, es mantener un servicio "estable y fiable" para quienes aún lo usan.
Sin embargo, este gasto vuelve a abrir el debate sobre la gestión del dinero en la televisión pública. En un momento de ajustes y contención, resulta difícil justificar que más de 20.000 euros vayan destinados a actualizar un canal de información prácticamente enterrado por la tecnología.
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