
El jefe de seguridad de los prostíbulos del suegro de Sánchez: 'Vi a Begoña 40 veces'
EDATV entrevista en exclusiva al hombre, que junto a la madame del negocio, conocía todos los entresijos
Al testimonio de Lili Cristal —la madame trans que desveló la pasada semana los turbios negocios sexuales del suegro del presidente Pedro Sánchez— se suma ahora uno nuevo: el del jefe de seguridad de los prostíbulos de Sabiniano Gómez y sus hermanos, donde llegó a trabajar la mujer del jefe del Ejecutivo, Begoña Gómez. Un hecho que ya había adelantado Lili Cristal, provocando un enorme revuelo en la opinión pública y en las redes sociales.
Dos testimonios diferentes, grabados en distintos puntos de España y sin que mediara coordinación entre ellos, corroboran que la esposa del presidente era la contable de una red de prostíbulos y saunas gays donde se movían ingentes cantidades de dinero B. La joya del imperio sexual de Sabiniano era el prostíbulo Castellana 180, en Madrid, donde el jefe de seguridad solía verla.
"A Begoña la vi unas cuarenta veces en el local, porque llevaba las cuentas de los locales, de los puticlubs. También la vi haciendo pedidos de bebida en la sauna gay de San Bernardo", reconoce este profesional de seguridad, que ruega mantener el anonimato y solicita que su voz sea distorsionada por miedo a represalias. Otros empleados no han querido hablar con EDATV.news por temor a los hermanos Gómez.

"Son traicioneros. No sabes cómo se las gastan", decía una ex camarera.
Preguntado por si Begoña era consciente del manejo de dinero negro que se producía en Castellana 180, el profesional de la seguridad se muestra tajante:
"Claro que lo sabía", afirma, recordando cómo había prostitutas en el local que no tenían papeles y cobraban 75 euros por media hora.
Cuenta también que el local era frecuentado por personajes conocidos, como un famoso periodista que estuvo en Espejo Público, el programa de Susanna Griso.
Los locales eran propiedad de Sabiniano, pero para no figurar como dueño, las sociedades estaban a nombre de sus hermanos, y actuaba como si se los alquilase a ellos. Una sociedad manejaba los inmuebles, mientras que otra —de hostelería— figuraba como titular de las licencias de explotación. Si se consulta el Registro Mercantil, todas las sociedades de los hermanos figuran como inmobiliarias, ninguna relacionada con la hostelería.
El responsable de seguridad asegura que fue contratado debido a los continuos incidentes que se registraban en el interior del local. Un relato que coincide con el de Lili Cristal, quien describió Castellana 180 como una fuente constante de problemas, tolerados por tres altos cargos de la Policía Nacional.
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