
La hemeroteca de Sánchez vuelve a zarandearle y las redes se lo recuerdan
Los ecos de su pasado siguen persiguiendo al presidente del Gobierno cuando condenaba el "golpe de Estado de Maduro"
En marzo de 2017, Pedro Sánchez condenaba con firmeza lo que entonces calificaba como una ruptura democrática en Venezuela. “Condeno el golpe dado por Maduro en Venezuela. El orden constitucional y la separación de poderes son la base para la convivencia democrática”.
Así lo escribió en redes sociales, en un mensaje claro contra la deriva autoritaria del régimen chavista tras arrebatar competencias a la Asamblea Nacional.

Ocho años después, Sánchez es acusado por parte de la oposición y por voces del ámbito judicial de estar socavando los mismos pilares democráticos. Los que reivindicaba entonces: el respeto a la Constitución y la separación de poderes.
La aprobación de la ley de amnistía pactada con formaciones independentistas, la presión verbal sobre jueces, fiscales y medios críticos. Al igual que su negativa a comparecer de forma regular en el Congreso, han reavivado el debate sobre la calidad democrática del Gobierno.
Todo ello bajo un contexto en el que el propio presidente Pedro Sánchez ha acusado a “una parte del poder judicial y mediático” de formar un supuesto “fango”. Todo, según él, para desgastar su figura y su entorno.

El contraste con su postura de 2017 es evidente. Entonces, la falta de división de poderes en Venezuela fue motivo de condena pública. Hoy, las decisiones del Gobierno respecto a la Fiscalía General, el CGPJ o las investigaciones contra su entorno familiar generan dudas.
Estas se disparan entre juristas y asociaciones de jueces. Algunas incluso han elevado su preocupación a instancias europeas.
El bloqueo del CGPJ, sin renovación desde hace más de cinco años, y la elección de fiscales afines, han sido señalados. Todo como herramientas de control institucional. A esto se suma el uso intensivo del decreto-ley, criticado por sectores que ven en ello una forma de legislar al margen del Parlamento.
La publicación de 2017 se ha vuelto viral en redes sociales en las últimas semanas. La oposición la ha recuperado para señalar lo que consideran una contradicción entre el discurso y los hechos. “Sánchez está haciendo lo que entonces denunciaba de Maduro”, afirmó esta semana un portavoz del Partido Popular en el Congreso.
Mientras tanto, el presidente acusa a la oposición y los críticos de usar la exageración y la manipulación. Pero los ecos de su propio pasado le persiguen. La frase de 2017, escrita en apenas una línea, se ha convertido en un espejo incómodo para su presente político.
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