EDATV El garrafal error de los patrocinadores de la cátedra de Begoña Gómez
Ayer declararon como testigos el consejero delegado de Reale Seguros y el subdirector de Fundación La Caixa
Dos nuevos testigos intentaron arrojar luz sobre el caso Begoña Gómez. Ambas empresas patrocinaron la cátedra de Begoña Gómez porque llevaba el aval de la UCM.
Se tratan del consejero delegado de Reale Seguros, Ignacio Mariscal. El otro testigo fue Marc Simón, subdirector de Fundación La Caixa.
Ambos fueron citados como testigos por el juez Peinado. Este les reiteró su obligación de no filtrar los testimonios.
Sin embargo, hay un dato que se conoció y es ahí donde llega el error de los patrocinadores. Según el diario THE OBJECTIVE los patrocinadores no verificaron si Begoña Gómez disponía de titulación. Participaron en su creación porque tenía el respaldo de la universidad.
Los patrocinadores no verificaron la titulación de Begoña Gómez | Europa Press
Estas compañías han reconocido que no conocían el currículum de Begoña. No supieron nada de su titulación cuando decidieron apadrinar el controvertido proyecto académico.
Este hecho ha sembrado las dudas, y es que cómo no pudieron verificarlo.
La UCM avaló a los patrocinadores de la cátedra de Begoña Gómez | EDATV
La declaración de Pedro Sánchez
Pedro Sánchez se enfrenta a su mayor miedo, su imagen sentado declarando. Lo hizo como testigo en el caso de su esposa, Begoña Gómez.
El juez Juan Carlos Peinado dictó una providencia en la investigación. En relación con Begoña Gómez, en la que rechaza la solicitud de la Fiscalía. Pidieron no entregar la grabación en vídeo de la declaración del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Esta fue realizada el 30 de julio. La Fiscalía quería evitar que llegara a las acusaciones populares y a la defensa.
“Las partes tienen derecho a obtener copia de todos los documentos incluidos en las diligencias previas. Incluyendo aquellos en soportes digitales que documenten las diligencias de instrucción realizadas”, señalaba
el juez instructor en su resolución.
Aquella comparecencia de Sánchez tuvo lugar en su despacho en el Palacio de la Moncloa. El juez había ordenado esta disposición debido a su cargo.
Tal fue el despliegue que los técnicos del juzgado prepararon los equipos necesarios. Todo fue un día antes, llevando dos cámaras, seis micrófonos. Además de un altavoz, un par de procesadores de audio, dos grabadoras de DVD, varios discos y hasta tres ordenadores portátiles.
La habitación se configuró como una sala de vistas, con las acusaciones y defensas ubicadas a ambos lados del juez, y Sánchez sentado tras una mesa, con dos cámaras enfocándolo. Sin embargo, no hubo un interrogatorio formal. Tras iniciarse la sesión que el juez le hizo las preguntas protocolarias.
Pero Pedro Sánchez se acogió a su derecho de no declarar sobre ella.
Los vídeos fueron trasladados desde La Moncloa en una torre de discos compactos y depositados en la caja fuerte del Juzgado. Allí están también los portátiles que contenían la grabación.
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