Funcionarios de ADIF revelan que su presidente participó en millonarias adjudicaciones
EDATV haló en exclusiva con algunos de los que fueron funcionarios y ADIF y confirmaron las millonarias adjudicaciones
El escándalo en torno a Koldo García, mano derecha del ex ministro José Luis Ábalos, se amplía significativamente, revelando un segundo frente de corrupción relacionado con las adjudicaciones de obras de Adif.
Varios funcionarios de esta empresa pública, a condición de anonimato, han revelado en exclusiva para EDATV que Koldo no solo intermediaba aprovechando su ascendencia en distintos ministerios y comunidades para colocar mascarillas.
También influía en las millonarias adjuficaciones de Adif desde su cargo de consejero y orientaba a sus altos cargos a beneficiar a determinadas empresas que no tenían gran experiencia en obras públicas y que paradójicamente ganaban algunas de las adjudicaciones contra el criterio de los técnicos.
"La sombra de Koldo era muy alargada y su presión sobre nuestros jefes para que a su vez nos presionasen a nosotros para beneficiar a determinadas empresas era constante. A veces nos rebelábamos y evitábamos que las obras se las llevasen empresas de dudosa trayectoria y que no eran tan solventes como otras que se presentaban, pero otras veces era inevitable. Koldo normalmente pedía que se beneficiase a tres empresas concretas",
cuenta un funcionario de Adif sorprendido porque los medios estén dedicando más atención a la trama de mascarillas y a la de licitaciones de Adif.
"Lo de las mascarillas era el chocolate del loro porque eran unas decenas de millones. Aquí hablamos de miles de millones de euros, con comisiones altísimas", explica este empleado de Adif que asegura que había tres empresas que gozaban de la recomendación de Koldo cuando era consejero: Lic. Levantina, Ingeniería y Construcción, S.L., OPR S.A. y TorresCámara.
Algunas de estas empresas no destacaban precisamente por su buen nombre en el sector y reunían un historial de incumplimientos e impagos que es fácilmente localizable en las reseñas de Internet y en testimonios de ex empleados.
Lo que desconocen estos funcionarios consultados es si Koldo recibía órdenes de Ábalos o del Gobierno a la hora de interceder en favor de empresas concretas o si iba por libre para ganar sus comisiones.
El supuesto vínculo de Koldo en este segundo frente de corrupción se evidencia aún más por su supuesta presencia en una cena en la marisquería La Chalana en enero pasado con el presidente de Adif Ángel Contreras, según informes del caso de las mascarillas.
A pesar de las implicaciones de altos cargos, estos permanecen en sus puestos en el Ministerio. También la ex presidenta de Adif, Isabel Pardo de Vera, ha acusado a Ábalos de presionarla para contratar las mascarillas de la trama "lo antes posible" y la Guardia Civil ha señalado la "relación directa" de Koldo con el director de Personal de Adif, Michaux Miranda.
Funcionarios de Adif revelan que Koldo tenía una influencia determinante en las adjudicaciones de obras. La cadena de transmisión de órdenes y presiones se extendía desde Koldo hasta los directores generales, quienes, a su vez, transmitían estas directrices a los funcionarios.
Según nos cuentan los funcionarios, en estas licitaciones, las presuntas empresas vinculadas a Koldo eran colocadas por encima de otras que ofrecían mejores garantías. "Esta preferencia aparentemente se basaba en las conexiones personales y no en los méritos de las empresas".
El poder de Koldo en Adif
Koldo, en su papel como consejero de Adif, tenía el poder de influir en las decisiones estratégicas y además manejaba información privilegiada sobre las inversiones del Estado. Sabía cuándo se iban a sacar las licitaciones y se movía con rapidez para ofrecer estas obras a empresas de su confianza y otras que le ofrecían su red de intermediarios. Siempre usaba la carta de presentación de consejero de Adif y su cargo de asesor de Ábalos para captar a estas compañías.
Lo cierto es que la influencia de Koldo sobre las adjudicaciones en Adif y en el Ministerio de Transportes también se mantuvo cuando dejó su puesto como consejero de Adif y en el Ministerio de Transportes tras la caída de Ábalos en 2021. La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil señala en un informe que la mujer de Koldo García, Patricia Uriz Iriarte, trabajó en 2022 para una constructora que se llevó al menos dos adjudicaciones de Adif.
Según la UCO, su mujer fue contratada en 2021 por ATEC Ingeniería y Arquitectura SL, una empresa dedicada a la obra pública, un sector en el que carecía de experiencia previa. ATEC constituyó en ese momento dos UTE con otra empresa de obra pública llamada Infraestructuras Cartago SL con la supuesta intención de presentarse a ofertas del Ministerio.
Los empleadores de Uriz acabaron ganando un concurso en mayo de ese año. El encargo ascendió a 557.699 euros. Y un año después también lograron otra licitación de ADIF para el transporte y suministro de balastro para la renovación de la línea de alta velocidad Madrid-Sevilla. En esta ocasión, el valor de los trabajos alcanzó los 5.264.498 euros.
La pregunta crucial es si Koldo seguía instrucciones del Gobierno y si detrás de sus gestiones en favor de constructoras se encontraba también el que fuera un mecanismo habitual de los grandes partidos para financiarse irregularmente a través de las ayudas de estas empresas beneficiadas antes de que la corrupción se hiciese palpable en España hace unos años. Se da la circunstancia de que Ábalos fue la persona que ayudó a Sánchez a recaudar dinero de empresarios para financiar su concurrencia a sus segundas primarias. ¿Fue también colocado en el Ministerio que más dinero público mueve para poder seguir recaudando para el partido? Esa es la pregunta que se hacen ahora los investigadores de la UCO para llegar al "superjefe" que estaba por encima de Koldo y de Ábalos en la trama.
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