
En esto gasta la Diputación de Cuenca el dinero de todos los conquenses
Este martes se celebró en la Biblioteca Pública una charla titulada “Diversidad sexual en la naturaleza y nuevas espiritualidades”
La Diputación de Cuenca vuelve a generar polémica por el uso de fondos públicos en actividades que muchos ciudadanos califican de inútiles. Este martes se celebró en la Biblioteca Pública una charla titulada “Diversidad sexual en la naturaleza y nuevas espiritualidades”.
El acto forma parte del programa ‘Cuenca Entiende 2025’, organizado con motivo de la celebración del Orgullo LGTBIQ+ en la provincia. La ponente fue Chelo Álvarez-Stehle, activista, conferenciante y autora, que abordó la sexualidad en animales y su relación con lo espiritual.
A la charla acudieron varias autoridades: diputadas, concejales y responsables de cultura, reforzando el respaldo político al evento. Entre ellas se encontraban Eva García, diputada de Servicios Sociales, y Ana E. Olmeda, delegada provincial de Igualdad.
También asistieron Estela Soliva, concejala de Servicios Sociales, y Alberto Castellano, edil de Juventud en el Ayuntamiento. Además, Yolanda Rozalén, coordinadora de Cultura de la JCCM, cerró el círculo institucional de apoyo al acto.

El contenido, centrado en la “diversidad sexual en el reino animal” y “nuevas espiritualidades”, no ha pasado desapercibido. En redes sociales, muchos vecinos mostraron su indignación por el uso de fondos públicos en una actividad sin utilidad social clara.
Varios comentarios criticaban que se financien “chorradas ideológicas” mientras hay enfermos sin tratamientos o familias sin ayudas. Otros lamentaban que la Diputación priorice “eventos vacíos de contenido” frente a necesidades básicas como sanidad o dependencia.
El coste de este tipo de actos no se ha detallado públicamente, lo que alimenta aún más las dudas sobre su justificación. El programa ‘Cuenca Entiende’ incluye charlas, cine y talleres, todos financiados con fondos públicos destinados a Igualdad.
Se cuestiona la promoción de la igualdad y el enfoque ideológico, la eficacia del gasto y su escasa conexión con la realidad. En plena crisis económica, con inflación y aumento de la precariedad, los ciudadanos exigen una gestión responsable del dinero público.
La percepción general es que se teme ser acusado de intolerancia si se cuestiona este tipo de iniciativas institucionales. La Diputación debe preguntarse si está escuchando a la gente o simplemente cumpliendo con un guion ideológico sin evaluar impacto.

El silencio de la oposición política también ha sido objeto de crítica. Pocos partidos locales se han atrevido a pronunciarse.
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