
España cae a la cola de la inversión pública pese a los ingresos récord de la UE
El informe de la Comisión Europea confirma que España es el país que menos recursos invierte, muy por debajo de Estonia, Letonia y Grecia
España se ha situado en el último puesto de inversión pública de la Unión Europea bajo el Gobierno de Pedro Sánchez, según datos comunitarios.
La caída contrasta con los niveles históricos de recaudación tributaria registrados desde 2018 y con un gasto público sin precedentes en otras áreas. Los fondos ingresados no se están destinando a proyectos estatales, sino a otras partidas que no revierten en infraestructuras ni modernización.
El informe de la Comisión Europea confirma que España es el país que menos recursos invierte, muy por debajo de Estonia, Letonia y Grecia. Economías similares superan ampliamente las cifras españolas, lo que evidencia un retroceso prolongado respecto a la media comunitaria.
La formación bruta de capital fijo alcanzó el 4,1% del PIB entre 1996 y 2008. Pero se desplomó al 2% en 2017 sin lograr recuperaciones sólidas. En 2024 apenas ha subido al 2,7% del PIB, quedando a un punto del 3,6% de media europea y a la mitad de los países que se unieron en 2004.

El retraso deja a España fuera del ritmo de convergencia económica mientras otros socios comunitarios fortalecen su estructura productiva.
La inversión pública por persona en edad de trabajar está al mismo nivel que en 1996, pese al crecimiento de gasto en otros capítulos.
El descenso alcanza el 42% respecto al máximo registrado en 2009, lo que deteriora la capacidad de planificación a largo plazo del país. La media comunitaria supera de forma constante los niveles españoles, lo que deja a España en el punto más bajo de todo el bloque europeo.
El INE reflejó que la demanda nacional aportó 0,8 puntos al PIB entre abril y junio, pero la inversión se frenó frente a trimestres previos.

La inversión creció un 0,8%, cinco décimas menos que en el trimestre anterior, con vivienda y bienes de equipo perdiendo impulso progresivo.
La inversión en vivienda cayó al 0,6%, nueve décimas menos, mientras la maquinaria pasó del 1,4% al 1,2% en solo un trimestre fiscal. El Gobierno fía gran parte del crecimiento a los fondos Next Generation, pero su ejecución sigue por debajo de los objetivos anunciados.
La falta de inversión estratégica compromete proyectos básicos y deja a las comunidades autónomas sin respaldo estatal suficiente.
Los presupuestos públicos mantienen niveles récord de gasto social, pero el capítulo de inversión continúa en mínimos históricos.
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