
El escandaloso sueldo que Correos pagó a la 'fontanera del PSOE' en 2 meses
Díez consiguió un alto cargo en la empresa pública sin experiencia y mediante un proceso de selección lleno de sombras
De ser una militante casi anónima del PSOE a ocupar cargos de responsabilidad en empresas públicas. Así fue el meteórico ascenso de Leire Díez, conocida en Ferraz como la “fontanera” socialista.
Gracias a su cercanía con figuras del entorno de Pedro Sánchez, logró colocarse en dos entidades estatales: Correos y la Empresa Nacional de Uranio (Enusa).
En ambas, su trayectoria fue tan breve como lucrativa. En el caso de Correos, la exmilitante, imputada por cohecho y tráfico de influencias, llegó a percibir más de 57.000 euros en solo dos meses.
Además, también percibió una indemnización superior a los 24.000 euros tras su despido. Todo ello sin una formación ni experiencia acreditada en el sector postal.
Su contratación, según revelan documentos internos de la compañía, se produjo a través de un proceso de selección plagado de irregularidades. Leire Díez comenzó en Correos el 17 de noviembre de 2021 como responsable del Área de Gestión de Administración Local.
En ese puesto, que desempeñó apenas tres meses, cobró 12.112 euros, más 238 euros en dietas. Sin embargo, su carrera dentro de la empresa pública no hizo más que despegar.
Solo tres meses después, fue ascendida a subdirectora de Filatelia y Relaciones Institucionales. En ese nuevo cargo percibió más de 108.000 euros en un año, además de otros 3.300 euros en dietas y gastos de viaje.
Posteriormente, hasta su salida en febrero de 2024, siguió disfrutando de un sueldo privilegiado que alcanzó los 110.767 euros anuales.
En total, durante los tres años que duró su relación laboral con Correos cobró 261.958 euros, una cifra difícil de justificar dado su breve paso por los puestos de dirección.

Lo más llamativo es que durante los últimos dos meses de trabajo, antes de su cese, ingresó 57.000 euros. Una cifra que ningún otro empleado de su rango habría alcanzado en tan corto periodo de tiempo.
Un proceso “a medida” sin transparencia
La versión de la empresa tampoco despeja las dudas. Según el director de los Servicios Jurídicos de Correos, Rafael Domínguez, el puesto que ocupó Díez se convocó inicialmente para cubrirse internamente.
Sin embargo, pese a contar con más de 50.000 empleados en plantilla, solo se presentaron cinco candidatos.
De esos cinco, ninguno cumplía los requisitos del perfil. Tres años de coordinación de comunicación institucional y cinco años de experiencia en estrategias de marketing público.
Unos criterios tan específicos que hicieron inviable cualquier candidatura interna, dando paso a una “búsqueda externa” que acabó, casualmente, con la elección de Díez.
Nadie ha aclarado cómo llegó su currículum al departamento de Recursos Humanos. El informe interno que justifica su contratación carece de firma, fecha y autor identificado, aunque la describe como una profesional con “experiencia consolidada en relaciones institucionales” y “excelentes habilidades comunicativas”.

En dicho documento también se destaca su paso por Enusa, donde fue directora de Comunicación y Relaciones Institucionales desde 2018, justo después de la llegada de Sánchez a La Moncloa.
Silencio y contradicciones desde Correos
Durante su comparecencia en el Senado, Leire Díez aseguró que su entrada en Correos se debió a un proceso de selección normal. Sin embargo, previamente había admitido en televisión que “el presidente me conocía de mis labores anteriores”.
Ese presidente no era otro que Juan Manuel Serrano, amigo personal de Pedro Sánchez y expresidente de Correos.
La compañía, por su parte, evita detallar quién decidió su contratación o qué criterios se aplicaron realmente. Tampoco ha querido explicar los motivos de su despido, alegando protección de datos personales.
El hermetismo se extiende a la publicación de la oferta de trabajo, de la que no existe constancia en medios ni plataformas oficiales.
Ni siquiera se conoce cuántos aspirantes externos se presentaron al proceso que culminó con la designación de Díez.
La llamada “fontanera del PSOE” se enfrenta ahora a un panorama judicial cada vez más delicado. Está imputada por cohecho y tráfico de influencias, por presuntas maniobras para desacreditar a la UCO y a la jueza que instruye el caso que afecta al hermano del presidente.
Un caso más que pone en entredicho la gestión del actual Gobierno y reaviva las sospechas sobre los enchufes en empresas estatales.
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