La cumbre en Ecuador de la que todos los empresarios hablan
Un foro clave para impulsar empleabilidad, innovación y desarrollo en Iberoamérica
El XV Encuentro Empresarial Iberoamericano, que se celebrará los próximos 13 y 14 de noviembre en la ciudad de Cuenca, Ecuador, ha captado la atención de líderes y emprendedores de toda Iberoamérica. En el marco de la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, este evento reunirá a importantes dignatarios y más de 700 empresarios de diversos sectores para explorar vías concretas de desarrollo económico, empleabilidad y sostenibilidad en la región. Con la propuesta del “Compromiso por la empleabilidad”, que presentarán destacados dignatarios, el encuentro marca un punto de inflexión para abordar los retos económicos que enfrenta la región.
La reunión se ha posicionado como un foro esencial, donde “empleabilidad” será la palabra clave. Esta se plantea como el motor que puede catalizar el crecimiento económico, reducir las desigualdades y fomentar el empleo juvenil, generando una base de estabilidad social. Así lo expresó el Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana de Ecuador, quien adelantó el propósito de este compromiso regional, orientado a crear una plataforma para propuestas viables y colaboraciones estratégicas.
El Consejo de Empresarios Iberoamericanos (CEIB), en palabras de su secretario permanente Narciso Casado, anunció que alrededor de 150 jóvenes emprendedores de la Federación Iberoamericana participarán en el evento, dispuestos a debatir sobre el futuro empresarial de la región. Esta inclusión de la juventud emprendedora en el evento promete abrir un espacio de intercambio generacional y de ideas frescas, que serán vitales para innovar y rediseñar el futuro económico de Iberoamérica.
Por su parte, Francisco Jarrín, presidente de la Federación Nacional de Cámaras de Industrias de Ecuador, subrayó la importancia de esta cita empresarial como una oportunidad para generar propuestas concretas que impulsen empleos de calidad, contribuyendo no solo a la prosperidad económica, sino también a la reducción de la pobreza y a la estabilidad social en la región.
Este encuentro, además de ser una oportunidad para el diálogo, se distinguirá por su plataforma de networking B2B, que permitirá a los asistentes explorar colaboraciones y nuevas oportunidades de negocio. La cita contará con la presencia de líderes de toda Iberoamérica, entre ellos el rey de España, Felipe VI, y el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez. También se espera a los presidentes de Argentina, Paraguay y República Dominicana, así como a altos representantes de países como El Salvador, Uruguay, Chile y Costa Rica, quienes asistirán al evento para sumar su perspectiva a las conversaciones sobre innovación, inclusión y sostenibilidad.
Con el lema “Innovación, inclusión y sostenibilidad”, este XV Encuentro Empresarial Iberoamericano se perfila como la antesala ideal para la Cumbre Iberoamericana. En el cierre de este foro, Ecuador traspasará la presidencia del organismo a España, quien asumirá la organización de la próxima cumbre y la responsabilidad de continuar impulsando los principios establecidos en esta edición.
Vídeo del presidente de Hispasat, Pedro Duque
Empleabilidad e inclusión para una Iberoamérica más segura y justa
El enorme papel de la inclusión para construir sociedades equitativas y prósperas están en el centro de la conversación iberoamericana desde hace tiempo. En sociedades donde la diversidad cultural, étnica y socioeconómica es amplia, promover la inclusión permite reducir las desigualdades y fortalecer la participación equitativa de todos los grupos sociales en las dinámicas de progreso. La inclusión, además de dar respuesta a un imperativo moral, fomenta entornos más justos y estables, estimula la innovación y contribuye al dinamismo económico.
En este sentido, uno de los mecanismos esenciales para la promoción de la inclusión es el empleo, especialmente el que va dirigido a personas jóvenes y grupos en situación de vulnerabilidad.
Diversos reportes de Naciones Unidas, el PNUD y la OCDE, destacan los numerosos beneficios de considerar a la juventud global como una "inversión inteligente". Este enfoque no solo contribuye a la reducción de la pobreza y a la mejora del capital humano, sino que también fortalece las democracias y ayuda a mitigar el cambio climático. Reconocer a la juventud como protagonista de su tiempo es una manera eficaz y poderosa de transformar las narrativas sobre su papel en la sociedad. Una de las maneras de contribuir a ese empoderamiento es la generación de empleos en los que todo su potencial pueda desarrollarse y ser canalizado. Sin embargo, la empleabilidad juvenil es todavía un reto latente para Iberoamérica.
Según datos de la OIT del 2023, en América Latina y el Caribe la tasa de desempleo juvenil asciende a más del 20%, triplicando la tasa de desempleo de personas adultas. Es más, 20 millones de jóvenes ni estudian ni trabajan, desanimados por la falta de oportunidades. La pandemia del COVID-19 agravó una situación delicada de por sí, con una pérdida de empleos juveniles desproporcionada. 6 de cada 10 jóvenes con trabajo en América Latina lo hacen en la economía informal, en empleos de mala calidad, sin protección social, con bajos salarios y baja productividad. Existe también una brecha de género significativa, dado que la tasa de desempleo juvenil para las mujeres es un 25% mayor que la de los hombres.
Este panorama incide en diversas dimensiones sociales, que van más allá de lo económico. En materia de seguridad, según la CEPAL, los países con las tasas de homicidio más elevadas son precisamente aquellos que presentan las mayores proporciones de jóvenes sin empleo ni educación. Así mismo, hay evidencia de que la creación de empleo es un elemento determinante para evitar que los jóvenes -especialmente los más desfavorecidos- se dediquen a actividades delictivas.
Ese acceso a empleos es esencial para reducir la pobreza y mejorar el bienestar de la población, sigue encontrando barreras estructurales y brechas persistentes que impiden que el talento juvenil pueda participar en el mercado laboral. Desde la exclusión educativa y la falta de oportunidades para la formación, hasta la precarización laboral, el tejido empresarial iberoamericano tiene un rol esencial en el abordaje de este desafiante panorama. No hay mejor inversión de cara a impulsar comunidades más prósperas, seguras, solidarias y resilientes que el desarrollo de capacidades de la juventud, a través de la educación, la formación y la inserción en el mercado laboral, y para ello, se requieren estrategias, compromisos y alianzas en las que el sector privado es indispensable.
En este segmento se presentarán los resultados del reciente estudio sobre empleabilidad juvenil coordinado desde las organizaciones que componen el Espacio Empresarial Iberoamericano, con los objetivos de diagnosticar la situación del mercado laboral, recabar las perspectivas del sector empresarial y del ámbito educativo, identificar iniciativas, proyectos y buenas prácticas y plantear una hoja de ruta en la que diversos actores puedan contribuir a mejorar las condiciones en las que el talento iberoamericano forja su camino laboral.
Sostenibilidad: el día después de la Agenda 2030
Según el informe de Naciones Unidas, Tiempo de crisis, tiempos de cambio. Ciencia para acelerar las transformaciones hacia el desarrollo sostenible, publicado en noviembre de 2023, en lo que respecta a la Agenda 2030 los ODS están muy lejos de cumplirse. De acuerdo con los datos analizados, de las 36 metas planteadas por la agenda, sólo 2 estaban -por aquel momento- “en vías de alcanzarse".
Este panorama plantea profundas cuestiones en cuanto al imaginario global de desarrollo, subraya la necesidad de revisar los mecanismos de acción, reforzar compromisos y acelerar los esfuerzos, y también desafía a pensar -una vez más- sobre el futuro. De ahí que uno de los temas esenciales de la Cumbre del Futuro de Naciones Unidas sea “impulsar decididamente las acciones para los Objetivos de Desarrollo Sostenible” a través de “un multilateralismo inclusivo, interconectado y eficaz para responder mejor y ofrecer resultados a las personas y al planeta”.
Se trata de un debate clave para Iberoamérica donde según el III Observatorio de la Sostenibilidad, elaborado por EAE Business School, CEIB y FIJE, más del 63% de las empresas ha incorporado los ODS en su estrategia o están en proceso de hacerlo.
Este segmento propone abordar la integración de los criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) y las finanzas responsables como mecanismos cruciales para que Iberoamérica avance hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Género: la igualdad como impulso para el crecimiento empresarial
El papel fundamental de la igualdad de género para construir sociedades igualitarias y prósperas ha sido un tema central en la conversación iberoamericana desde hace tiempo. Sin embargo, en la región persisten desafíos significativos que frenan el avance en múltiples aspectos. En América Latina las mujeres continúan participando casi un 25% menos que los hombres en el mercado laboral formal; tienen menos probabilidades de promocionarse. En consecuencia, sufren una persistente brecha salarial -que impacta sobre sus futuras pensiones- y una falta de representación en los niveles más altos de las empresas: actualmente solo un 20% de los cargos en las juntas directivas a escala global están ocupadas por mujeres, siendo esta tasa aún más baja en América Latina, con un 10,4%.
Además, enfrentan numerosas barreras para emprender y mantener sus negocios y están expuestas a mayor discriminación y desigualdad durante todas las etapas del ciclo empresarial, entre estas, el acceso al crédito: las mujeres tienen un 25% menos de posibilidades de acceder a inversión que los hombres; dato que, en el ámbito tecnológico, desciende aún más. Esta diferencia en el acceso a créditos entre hombres y mujeres es consecuencia de los estereotipos y prejuicios de género: la mitad del planeta sigue creyendo que los hombres están más capacitados para ser líderes.
Otros datos revelan que las mujeres dedican tres veces más tiempo que los hombres al trabajo doméstico y de cuidados no remunerado y, en consecuencia, esta carga desproporcionada del trabajo no remunerado limita sus oportunidades de desarrollo profesional y perpetúa las barreras estructurales en el mercado laboral antes mencionadas. Para impulsar un desarrollo económico sostenible en la región es indispensable contar con las mujeres.
Por ello, es esencial mantener un diálogo abierto sobre su empoderamiento económico, la creación de entornos laborales igualitarios y las brechas salariales. Las empresas deben redoblar sus esfuerzos para identificar y aplicar prácticas efectivas que promuevan la igualdad de género, especialmente en sectores emergentes y altamente especializados donde la subrepresentación femenina sigue siendo un problema, como es el caso de las disciplinas de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM por sus siglas en inglés), en las que, según cifras del Banco Mundial y Unesco, solo 4 de cada 10 personas graduadas son mujeres en América Latina. Esta brecha se traslada al mundo laboral en sectores como las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, donde solo 3 de cada 10 empleos pertenecen a mujeres profesionales.
En este segmento, el debate se centra en garantizar que el talento de las mujeres tenga pleno acceso a las oportunidades para liderar los sectores que definirán la competitividad del futuro.
Estos criterios promueven inversiones que no solo buscan rentabilidad, sino que también consideran el impacto ambiental, social y ético, algo que organizaciones como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), han calculado que podría generar hasta 15 millones de empleos verdes en la región para 2030, impulsando el crecimiento económico inclusivo y la protección ambiental.
Innovación: la energía de crear, transformar y competir
Hablar de desarrollo económico y social en Iberoamérica supone necesariamente abordar la capacidad de innovar de los países que la conforman. Se trata de un factor determinante en la creación de productos y servicios, modelos de negocio y soluciones a desafíos tan diversos como complejos, que el valor de la discusión ya no está en reiterar su importancia, sino explorar sus posibilidades. En este debate, un perfil empresarial emergente que lidera la economía del conocimiento y desarrolla empresas de base tecnológica, tiene aportaciones esenciales que realizar.
Por eso, en esta ocasión se abordarán tres temas que implican desafíos urgentes y oportunidades latentes de la mano de voces expertas en cada uno de ellos:
El primero es el papel de la inteligencia artificial para transformar sectores clave en las economías iberoamericanas. Está claro que el mundo avanza en una dirección en la que la IA cobra cada vez más relevancia en múltiples dinámicas de nuestras sociedades, e Iberoamérica no es la excepción. Por eso mismo, urge una comprensión compartida de las oportunidades que supone esta tecnología, un diagnóstico de los retos en materia de conocimiento, infraestructura y normativa, y una agenda común para garantizar que en el Espacio Empresarial Iberoamericano este fenómeno sea verdaderamente un motor de desarrollo y no una profundización de otras brechas ya existentes.
El segundo es la Innovación Abierta como un mecanismo movilizador de nuevas ideas, tecnologías y soluciones, pero, sobre todo, como un enfoque de colaboración que acerca a las grandes empresas, los emprendimientos, las pymes, la academia, los centros de investigación y las administraciones públicas y contribuye con ello a fortalecer los andamiajes del progreso económico y social. Iberoamérica puede convertirse en un ejemplo global de colaboración y cooperación y esa capacidad debe impulsarse sin dilaciones.
El tercer tema es la innovación para facilitar el acceso de la ciudadanía a los servicios digitales, a la tecnología, y con ello, a las nuevas y ágiles dinámicos de conectividad, comunicación, participación, trabajo y aprendizaje que definen nuestro tiempo.
En este segmento, el debate sobre la falta de infraestructura y su relación con la brecha digital es inevitable y por eso mismo, será una prioridad conocer experiencias, casos de éxito y buenas prácticas en lo que respecta a eliminar las barreras que separan a diversos grupos sociales del progreso. Sobre este tema, las conclusiones del Primer Foro de Andorra, Alianzas Público-Privadas para la Transición Digital, realizado los días 20 y 21 de junio de 2024 en Andorra la Vella, sirven como punto de partida para explorar la oportunidad de que la digitalización sea, de forma inclusiva y sostenible, aprovechable por todos los países de Iberoamérica.
Frente a los retos que presenta la actual situación económica en la región, el Encuentro Empresarial Iberoamericano se convierte en un faro de referencia para el ecosistema productivo. Con una visión que integra empleabilidad, innovación, inclusión y sostenibilidad, se sientan las bases de una Iberoamérica próspera y equitativa, uniendo esfuerzos públicos y privados en busca de soluciones conjuntas.
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