¿Cómo utilizaba la trama Koldo agentes para proteger criminales y mover dinero sucio?
Una red de corrupción dentro de la Guardia Civil utilizó a 14 agentes antiterroristas para proteger a empresarios
El caso Koldo destapó una red de corrupción en la que 14 guardias civiles, designados para combatir el terrorismo yihadista, fueron utilizados por sus superiores para fines personales y delictivos.
En lugar de cumplir con sus deberes antiterroristas, se dedicaron a prestar seguridad a Víctor de Aldama y otros implicados en la trama. Además, algunos de ellos blanquearon dinero, ingresando cuantiosas sumas en cuentas bancarias bajo las órdenes del comandante Rubén Villalba, quien lideraba la operación desde su posición de poder.
No fueron investigaciones externas las que sacaron a la luz estos abusos. Los propios compañeros de los implicados, pertenecientes a la Unidad Central Operativa (UCO), revelaron las actividades ilícitas en un detallado informe entregado al juez.
Aunque la mayoría de los guardias civiles podrían haber sido víctimas de las manipulaciones de Villalba, las pruebas apuntan a que algunos de ellos eran plenamente conscientes de sus actos. Realizaban tareas al margen de la legalidad.
Villalba, principal sospechoso y figura clave en la trama, no actuó solo. Los pinchazos telefónicos revelan la implicación de al menos un superior en la Jefatura de Información de la Guardia Civil.
Las conversaciones interceptadas dejan claro que tanto los guardias como sus superiores sabían que la UCO estaba investigando sus actividades mientras continuaban ejecutando trabajos para la red delictiva. Sin embargo, decidieron ocultar esta información, demostrando un nivel de corrupción alarmante.
Lo más inquietante es que, al conocer el estatus de confidente de Víctor de Aldama, los guardias habrían recibido múltiples alertas de que el empresario estaba siendo investigado. A pesar de estas advertencias, optaron por no comunicar nada a la UCO, permitiendo así que las actividades delictivas continuaran sin interferencias.
Algunas fuentes internas de la Guardia Civil argumentan que muchos de los agentes estaban cumpliendo con sus funciones en el trato con confidentes. Sin embargo, las pruebas sugieren un panorama mucho más oscuro. Algunos, bajo las órdenes de Villalba, llegaron incluso a realizar barridos de micros en los vehículos de Aldama y otros miembros de la trama.
Pero las implicaciones no acaban ahí. Otro de los detalles revelados por las intervenciones telefónicas es la compra de teléfonos móviles “limpios”. Todo esto para que los miembros de la trama Koldo pudieran comunicarse sin ser interceptados.
Los guardias facilitaban estos dispositivos a Aldama y otros, quienes utilizaban los móviles para evadir la vigilancia de las autoridades.
La investigación revela que algunos guardias civiles actuaban transferían dinero para el comandante Villalba
En el corazón de la investigación está la implicación directa de los guardias civiles en el blanqueo de dinero. Según la UCO, Rubén Villalba habría recibido más de 140.000 euros durante el tiempo en que dirigió la trama.
Los agentes, actuando como auténticas “mulas”, transferían dinero en efectivo a las cuentas de su superior. Este luego se encargaba de devolver las sumas en metálico, asegurando así que los fondos no fueran rastreados.
La Guardia Civil ha insistido en que la investigación continuará hasta que se aclaren todas las responsabilidades. Algunos agentes podrían haberse limitado a cumplir órdenes. Otros parecen haber sido cómplices conscientes de las actividades delictivas, en una red de corrupción que ha sacudido los cimientos de la institución.
La UCO promete seguir investigando y no dejar cabos sueltos en este escándalo. Por su magnitud, ya ha puesto en entredicho a toda la estructura de mando involucrada.
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