
Bernabé, atrapada en su currículum: el PSOE corrige sus supuestas licenciaturas
¿Cómo es posible que durante tanto tiempo haya figurado como licenciada, si ahora se afirma que solo inició los estudios?
La delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé, vuelve a estar en el centro de la polémica. Esta vez, no por su gestión durante la DANA, sino por una cuestión que, en apariencia, podría parecer menor, pero que toca de lleno algo tan básico como la honestidad personal y la confianza en los cargos públicos: su currículum académico.
Durante años, en distintos documentos del PSOE y en páginas oficiales, se ha presentado a Bernabé como "Licenciada en Filología Hispánica y Comunicación Audiovisual por la Universitat de València". Sin embargo, recientemente, esa afirmación ha sido modificada. En lugar de asegurar que posee ambas licenciaturas, ahora el partido ha cambiado su perfil para decir simplemente que “inició sus estudios” en esas carreras. ¿Estamos ante un simple matiz? ¿O ante una posible falsedad que ha permanecido durante años sin corregirse?
No se trata de una cuestión menor. Si una persona pública —y más aún alguien que representa al Gobierno de España en una comunidad autónoma— da a entender que posee títulos que no ha completado, eso erosiona la credibilidad institucional. La formación académica no es un requisito obligatorio para ejercer cargos políticos, pero sí lo es la transparencia y la honestidad a la hora de presentarse ante la ciudadanía.
Lo preocupante no es solo el cambio de versión, sino que no ha habido una explicación oficial ni una asunción de responsabilidad. ¿Cómo es posible que durante tanto tiempo haya figurado como licenciada, si ahora se afirma que solo inició los estudios? ¿Hubo un error continuado? ¿Alguien revisó esos perfiles? ¿O simplemente se infló el currículum para generar una imagen más sólida ante la opinión pública?
En 2015, ya figuraba como licenciada en las listas municipales del PSOE de Valencia. En medios de comunicación de 2022, cuando fue nombrada delegada del Gobierno, se la describía como titulada. Incluso en perfiles más recientes, hasta hace unos días, la web oficial del partido seguía repitiendo esa fórmula. Ahora, de repente, todo cambia, y sin dar una sola explicación a los ciudadanos.
Este episodio, sumado a las dudas en su testimonio judicial por la gestión de la DANA, no hace sino reforzar la sensación de falta de rigor y de falta de claridad. No estamos ante una caza de brujas, ni ante un linchamiento político. Estamos ante una exigencia legítima: que quienes ocupan responsabilidades públicas no maquillen su trayectoria para parecer lo que no son.
El PSOE o Pilar Bernabe, debería salir a aclarar qué ha pasado. Si ha habido un error, que lo expliquen. Y si ha habido una exageración voluntaria, que se asuman responsabilidades. Porque la confianza pública se construye con coherencia, no con currículums maquillados ni silencios estratégicos.
El silencio, a estas alturas, no es prudente, es culpable.
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