
Baleares se prepara para una nueva avalancha de inmigración ilegal desde Argelia
Estas redes criminales operan con impunidad y promocionan viajes ilegales en grupos de redes sociales con más de 50.000 seguidores
Las costas de Baleares se preparan para una nueva oleada de inmigración ilegal orquestada por mafias desde Argelia. Según La Gaceta, los traficantes ultiman detalles para un desembarco masivo a partir del 29 de agosto y primeros de septiembre.
Estas redes criminales operan con impunidad y promocionan viajes ilegales en grupos de redes sociales con más de 50.000 seguidores. Cada plaza tiene un coste de entre 5.000 y 7.000 euros, según fuentes policiales y el seguimiento de los grupos en redes. Desde principios de agosto, Baleares ha recibido casi 1.400 inmigrantes ilegales, concentrando la mayor parte de esta crisis.
El total anual se aproxima a 5.000 personas, transportadas en más de 250 pateras, duplicando los datos de 2024.
Esta ruta Argelia-Baleares se consolida como un corredor clave para los traficantes, aprovechando la cercanía geográfica. También se anuncian salidas hacia Almería y el Levante, pero el archipiélago sigue siendo el destino prioritario.

En el norte de Argelia, especialmente en Orán y Argel, embarcaciones ya están listas para zarpar hacia España. El auge en la venta de motores en portales de segunda mano refleja la preparación logística de las mafias. Los grupos criminales crecen diariamente, alimentados por la demanda constante y la falta de respuesta de autoridades.
La limitada cooperación con Argelia, afectada por tensiones diplomáticas desde 2022, permite a las mafias operar con libertad. La inacción del gobierno español y la Unión Europea ha convertido a Baleares en una nueva frontera sur de Europa. El archipiélago turístico enfrenta presión migratoria sin precedentes, con recursos locales desbordados.
La ausencia de medidas efectivas para desmantelar redes y políticas permisivas genera un efecto llamada que celebran los traficantes. Agosto es considerado «su mes» por las mafias, que aprovechan la temporada alta turística para sus operaciones.

Mientras los traficantes amasan fortunas, las comunidades locales deben gestionar la crisis y garantizar la seguridad ciudadana. La situación alerta a autoridades y ONG, que reclaman coordinación internacional y refuerzo de controles marítimos inmediatos.
Las pateras se concentran en rutas cortas, pero peligrosas, donde la falta de control aumenta el riesgo de accidentes y pérdidas humanas.
Expertos en migración señalan que el fenómeno refleja la sofisticación creciente de las redes y su capacidad de adaptación. Las medidas anunciadas hasta ahora se consideran insuficientes frente a la magnitud del flujo y la organización de los traficantes.
Baleares y otras zonas del Levante se mantienen en alerta máxima ante la previsible llegada de nuevas pateras en los próximos días.
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