Así han sido los ataques de la izquierda radical a la Guardia Civil el Día de Reyes

La extrema izquierda española ha lanzado un feroz ataque contra la Guardia Civil, acusándola de racismo y discriminación.

Todo esto tras la difusión en las redes sociales de una campaña con el fin de alertar sobre robos en sus hogares durante los Reyes.

La polémica ha estallado por un mensaje en el que se veía a unos falsos Reyes Magos encapuchados con pasamontañas.

Irene Montero, ex ministra de Igualdad y actual eurodiputada,  lideró la ofensiva. Según ella, la campaña de la Guardia Civil representaba "racismo institucional" y exigió su inmediata retirada, junto con una "reparación institucional" por lo que consideró una "criminalización" de las personas negras.

Montero, quien tiene un historial de radicalismo ideológico, parece haber interpretado erróneamente la imagen, asociando a los falsos Reyes Magos con estereotipos negativos. Aunque nada en el mensaje hacía referencia a ello.

La eurodiputada de Podemos,  Isa Serra, no tardó en sumarse a las críticas. Serra acusó a la institución de "incitar al odio" y de hacer lo que ella denominó "criminalización de las personas racializadas".

Serra también aprovechó la ocasión para atacar la persecución policial al mantero senegalés Mahmoud Makhum, añadiendo que la Guardia Civil estaba justificando actitudes "injustificables".

La campaña de la Guardia Civil, que ha sido parte de su estrategia durante años, se basa en el tradicional mensaje de los Reyes Magos.

Cada 5 de enero, el cuerpo publica consejos de seguridad para prevenir los robos en viviendas, un fenómeno particularmente frecuente durante las fiestas.

En ediciones anteriores, se había utilizado una imagen similar, siempre en el contexto de la prevención y sin intención alguna de hacer comentarios raciales.

A pesar de ser una iniciativa preventiva y bienintencionada, la reacción desmedida de la izquierda radical no se hizo esperar.

La campaña fue retirada tras las críticas, cediendo ante las presiones de un sector político que busca transformar cualquier mensaje en una batalla ideológica.

Esta actitud refleja la polarización creciente en la política, donde la derecha se ve constantemente atacada por su enfoque en la seguridad y la estabilidad.

La retirada de la campaña no ha sido una sorpresa. El gobierno socialista de Pedro Sánchez no ha dudado en ceder ante cualquier demanda de la izquierda radical. Esta nueva polémica es solo otro capítulo de una serie de retrocesos en materia de seguridad.

Sánchez, siempre dispuesto a hacer concesiones para mantener su poder, no dudó en apoyarse en un sector que pone en duda a la Guardia Civil. Además de querer socavar la autoridad de las instituciones encargadas de velar por el orden y la seguridad.

Este tipo de situaciones ponen en evidencia cómo los gobiernos de izquierda, y especialmente el actual de Sánchez. Un Gobierno que sigue cediendo ante la presión de un sector que parece más interesado en sembrar discordia que en buscar soluciones.

La retirada de la campaña es solo un síntoma más de esta política de rendición ante la radicalización que amenaza la cohesión social en España.