
Así excusa Silvia Intxaurrondo en TVE los WhatsApp de Sánchez a Ábalos
La presentadora en TVE de La Hora de La 1 ha insistido en que forman parte de la lógica de la dinámica de un partido
Los mensajes de WhatsApp de Pedro Sánchez con José Luis Ábalos han dado mucho que hablar. Unos mensajes que escandalizan a la vez que no sorprenden demasiado.
Sin embargo, Silvia Intxaurrondo ha querido normalizar esta situación y las salidas de tono de Sánchez contra barones socialistas.
Silvia Intxaurrondo no falla. Siempre que puede, sale al rescate de Pedro Sánchez. Esta vez, lo ha hecho desde La Hora de La 1, el programa que presenta en TVE junto a Marc Sala.
A pesar del contenido de los mensajes entre Sánchez y Ábalos, y de sus posibles consecuencias, Intxaurrondo ha intentado restarles importancia desde el minuto uno.

En su primera intervención del día, ya se intuía por dónde iría la entrevista. Como ocurre con frecuencia en TVE, el enfoque no era sobre lo que Sánchez decía en sus WhatsApp, sino sobre quién los filtró. Y, por supuesto, con el objetivo de quitarle hierro al asunto.
Su primera pregunta al magistrado Joaquim Bosch fue directa pero reveladora: "¿Qué valor judicial pueden aportar?".
No cuestionó el fondo de los mensajes, no se detuvo en la forma del presidente de dirigirse a sus propios compañeros. Se centró en protegerlo. En justificar.
Más adelante, Silvia dejó claro su punto de vista:
"Los mensajes que hemos conocido no están vinculados a ninguna causa judicial ni tienen ningún tipo de valor judicial. Son conversaciones privadas que nos muestran de forma parcial, no completa, y que están vinculadas a dinámicas internas del partido".

Un intento evidente de blanquear el tono y el contenido de esos mensajes. Como si llamar “vomitiva” a una compañera o decir que “hay que marcar” a otros no tuviera ninguna gravedad política.
Pero no se quedó ahí. También deslizó la sospecha sobre la filtración: "No sabemos de dónde salen. Pero, en todo caso, si saliesen de la causa contra Koldo García estaríamos hablando de una filtración de extrema gravedad, ¿no?", insistió ante Bosch.
El magistrado, por su parte, fue claro:
"Efectivamente. En la información periodística sí se indica que procede del caso Koldo. Aunque no se especifica si la filtración procede del ámbito policial o del ámbito judicial.
Un periodista está cubierto por el derecho fundamental a la libertad de información, siempre y cuando no se haya apropiado delictivamente del material. Simplemente, ha conocido esos datos, está amparado por el secreto profesional a no explicar detalladamente cómo los ha obtenido. Y puede difundirlos porque prevalece el derecho de la ciudadanía a ser informada verazmente.
En cambio, el agente policial o funcionario judicial que dispone de esos datos sí que tiene un deber de custodia. Y por eso frente a ellos existe un delito de revelación de secretos".
Pero a Silvia no parecía interesarle eso. Su prioridad era otra: proteger a Sánchez, incluso cuando los hechos lo dejan en evidencia.
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