
Así es como los yihadistas captan niños en Francia para radicalizarlos
Se ha descubierto que islamistas radicales reclutan a niños vulnerables en Francia
Un reciente informe ha destapado una preocupante realidad en Francia: grupos islamistas están reclutando a niños y adolescentes vulnerables en refugios de emergencia para adoctrinarlos. Según el documento, estos centros, destinados a proteger a menores en situación de riesgo, están siendo infiltrados por extremistas que aprovechan la fragilidad de los jóvenes para radicalizarlos.
La noticia, publicada por La Gaceta, asegura que la situación ha generado alarma en las autoridades francesas y en la sociedad civil, que exigen medidas urgentes para frenar esta práctica.
El informe detalla que muchos de los menores en estos refugios son inmigrantes o hijos de inmigrantes que no dominan el francés. Esta barrera lingüística los hace más susceptibles a la influencia de los reclutadores, quienes, en algunos casos, solo se comunican en árabe.
Los adolescentes, muchos de ellos sin redes familiares sólidas, son un blanco fácil para quienes buscan inculcarles ideologías extremistas. Los refugios, que deberían ser espacios seguros, se convierten así en entornos donde los menores son manipulados.

Las tácticas de reclutamiento incluyen promesas de pertenencia, apoyo emocional y, en algunos casos, incentivos materiales. Los islamistas aprovechan la falta de supervisión en algunos centros para acercarse a los jóvenes.
Además, el informe señala que ciertos refugios están parcialmente controlados por personas vinculadas a movimientos radicales, lo que facilita el acceso a los menores. Esta situación ha puesto en el punto de mira la gestión de estos centros y la necesidad de reforzar los controles.
Las autoridades francesas han reaccionado con preocupación. El gobierno ha prometido investigar a fondo y revisar los protocolos de seguridad en los refugios.
Organizaciones de derechos humanos también han alzado la voz, pidiendo proteger a los menores y garantizar que los centros sean lugares seguros. La sociedad francesa, por su parte, debate cómo abordar el problema sin estigmatizar a comunidades enteras.
Este caso pone de manifiesto los desafíos de integrar a poblaciones vulnerables en contextos de crisis. La radicalización de menores es un problema complejo que requiere soluciones integrales, desde una mejor supervisión hasta programas de integración. Francia enfrenta ahora el reto de actuar con rapidez para proteger a estos niños y evitar que caigan en manos de extremistas.
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