Argentina rechaza la Agenda 2030 y los acuerdos sobre género y cambio climático

En la reciente XXIX Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, celebrada en Cuenca, Ecuador. Argentina adoptó una postura crítica respecto a la Agenda 2030 y la falta de pronunciamientos sobre las situaciones políticas en Cuba, Venezuela y Nicaragua.

El embajador Eduardo Acevedo, representante argentino en el evento, expresó su preocupación. Sobre todo por la omisión de debates sobre las violaciones de derechos humanos en estos países. Además, cuestionó la pertinencia de la Agenda 2030 en el contexto regional.

Críticas a la omisión de debates sobre Cuba, Venezuela y Nicaragua

Durante su intervención, Acevedo destacó la situación de seis ciudadanos venezolanos refugiados en la Embajada argentina en Caracas. Quienes, según él, son "rehenes de un régimen corrupto" que ignora las normas del derecho internacional al no otorgar los salvoconductos correspondientes al asilo.

También cuestionó: "¿Cómo es posible que hagamos silencio ante esta grave situación?

¿Cómo no se hace mención del cerco que se continúa cerrando en Nicaragua sobre la prensa independiente? ¿A la privación de nacionalidad a opositores políticos y la persecución a organizaciones de la sociedad civil?"

Acevedo instó a la comunidad iberoamericana a tomar acciones frente a las "graves violaciones a los derechos humanos en Cuba. Que continúan luego de más de medio siglo de gobiernos autoritarios y represivos".

Subrayó la necesidad de que Cuba restablezca la democracia y respete los derechos humanos y las libertades individuales. Enfatizando que es fundamental que no impulse políticas totalitarias en la región. Que se enfoque en mejorar la calidad de vida de su población a través del respeto a la libertad.

La delegación argentina también se opuso a suscribir acuerdos adoptados por los diecinueve países asistentes en materia de mujer. Fortalecimiento de la democracia y los Objetivos de Desarrollo Sostenible conocidos como Agenda 2030.

Acevedo argumentó que las prioridades de la región "no se encuentran en la ejecución de agendas supranacionales de dudosa legitimidad". La autoridad central e insustituible de los países es la de preservar la democracia, la seguridad, la paz, la libertad y la integridad territorial.

El embajador propuso una agenda que "quite de los hombros de sus ciudadanos el peso de las burocracias. Que no les imponga restricciones, para así poder desplegar la energía y el espíritu emprendedor" de las sociedades. Lo que llevaría al crecimiento y a una mejor calidad de vida.

Además, señaló que Argentina se esfuerza por sostener su equilibrio fiscal y procurará mantener el mismo criterio en su acción internacional.