Argentina no se adhiere al Pacto del Futuro que renueva la Agenda 2030 a 2045
Argentina es el único país del mundo por el momento que anuncia esta postura
Este fin de semana tuvo lugar en Nueva York la “Cumbre del Futuro”, que comenzó el viernes con las “Jornadas de acción” y concluirá mañana. La principal novedad hasta ahora ha sido la aprobación del documento titulado “Pacto para el Futuro”.
Debido a su similitud con los objetivos de la Agenda 2030. La ratificación de muchas de sus medidas y el espíritu de las nuevas propuestas de reforma. El Pacto ha sido apodado “Agenda 2045”, año en el que se espera lograr la plena implementación de las medidas y objetivos establecidos.
En su discurso, la Canciller Mondino dejó clara la decisión del gobierno de Javier Milei de rechazar la iniciativa. Adoptando una postura que defiende la soberanía nacional frente a las agendas globales y aboga por una economía mundial libre en lugar de una dirigida.
La Ministra de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto comenzó destacando la libertad individual y la responsabilidad que conlleva. Además, reafirmó el compromiso de Argentina con los principios de la carta fundacional de las Naciones Unidas, y describió la nueva agenda como una “desviación” de esos principios.
"Una agenda no debe quedar en meras declaraciones. Debemos decir cómo lo lograremos, y en ese sentido creemos que el modelo que puede hacerlo, es el de la libertad económica. El hambre se acaba garantizando más comercio, no menos.
El desarrollo se logra profundizando el respeto por las instituciones, fundamentalmente profundizando el respeto por la propiedad privada. Los jóvenes tendrán un mejor futuro respetando la vida y la libertad."
Además, destacó con orgullo la reforma del Estado y la orientación pro-mercado adoptada en Argentina bajo el nuevo gobierno. Tras recordar que iniciativas como el Pacto del Futuro “consisten en aspiraciones no vinculantes jurídicamente”, defendió el derecho de cada Estado. Para implementar sus propias políticas y priorizar sus necesidades nacionales antes de comprometerse con causas globales.
Al asumir y encontrarse con las negociaciones ya en curso, el actual gobierno argentino habría propuesto “diversas acciones constructivas que no siempre fueron consideradas, lo que nos lleva a distanciarnos”.
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